Y mientras… MIKEL ARANA: adoptamos medidas restrictivas para el Juego Online durante el Estado de Alarma en base a “TENDENCIAS o IMPRESIONES”

Mikel Arana, Director General de Ordenación del Juego, participó en la cuarta edición de las Jornadas sobre trastornos por Juego organizadas por Patim comunicación, junto con la Regidoria de Salud y Consumo del Ayuntamiento de Valencia y la UPCCA. Una participación que recoge íntegra el Vídeo que difundimos, en el que Arana intenta justificar, sin mucho éxito a nuestro entender, el establecimiento de diferentes medidas restrictivas al Juego Online recogidas en el Artículo 37 del Real Decreto en vigor durante el estado de alarma.

Durante su ponencia, Arana realiza un repaso de diferentes magnitudes relacionadas con la evolución del Juego Online durante el confinamiento, tras el cual reconoce que “las conclusiones nos generan dificultades para poder afirmar con un mínimo de rigor que estos datos sean suficientes para obtener conclusiones absolutamente claras”. Además de manifestar, en este mismo sentido, que “desde luego, algunas de las conclusiones que hemos obtenido en la Dirección General de Ordenación del Juego” engloba un intervalo de tiempo “demasiado corto como para sacar conclusiones inequívocas y esto es importante señalarlo”, en relación a las semanas del 14 de marzo al 4 de abril.

“Además, -continúa Arana-, tenemos que añadir circunstancias muy particulares, como son en primer lugar la suspensión de prácticamente todas las competiciones deportivas junto con la prohibición de los bonos y la publicidad”, aludiendo a un esquema general que resume señalando que “crece mucho el juego nuevo, luego baja mucho el juego nuevo, y luego vuelve a crecer el juego nuevo”, en relación al inicio del confinamiento, así como a la entrada en vigor de las restricciones y, en el tercer momento, a su retirada, respectivamente.

“Por lo tanto, podemos hablar de tendencias o de impresiones con las que nos estamos manejando en la Dirección General de Ordenación del Juego a la hora de adoptar decisiones que, al fin ya la postre, es lo que nos corresponde. Y de ahí que se adoptara aquella decisión de prohibir los bonos y la publicidad a lo largo del estado de alarma, porque se veía una tendencia clara en esos 15 días, una reacción causa-efecto directa entre una cosa y la otra”, dijo.

A su vez, Arana reveló que desde la DGOJ “también nos hacemos una pregunta: si las competiciones deportivas se hubieran mantenido como ahora, si el efecto del confinamiento y la prohibición hubiera sido la misma  en principio parecía que esa iba a ser una pregunta que quedara en el aire, pero tal y como está avanzando, lamentablemente el nivel de contagios y el nivel de confinamiento mientras que la liga sigue en vigor y sigue jugándose partidos, sí que es cierto que a medio plazo, tal vez sí podamos adoptar datos que nos confirmen las conclusiones que nosotros sacamos en este periodo o de lo contrario y nos lleven a nuevas conclusiones”.

Aun reconociendo la provisionalidad de las conclusiones, que no se basan en el rigor, Arana manifiesta que “nosotros entendemos que hemos hecho un análisis más o menos certero de lo que ha ocurrido antes del periodo, pero sí que es verdad que podemos encontrarnos en una situación en la que podamos observar un mercado otra vez de juego online prácticamente como único elemento del juego, y en este caso con las apuestas deportivas en vigor y, al mismo tiempo con la prohibición de la limitación de la publicidad por la entrada en vigor del real decreto-ley de comunicaciones comerciales, de tal manera que podamos hacer un análisis muy claro de lo que efectivamente ha podido suponer aunque sea y luego a posteriori”.

Básicamente, se refiere a dos conclusiones. Por un lado, que “el mercado se ha mantenido estable en relación con los jugadores activos, con los correspondientes trasvases entre juegos. Es decir que hay importante número de jugadores en España que si no puede jugar a una cosa, jugarán otra porque para ellos lo más importante es el juego, independientemente de cuál sea este o de las consecuencias que ello puede tener. Es decir, hay gente que prácticamente le da lo mismo a qué jugar. Necesita jugar, necesita jugar durante equis tiempo y supongo que luego abordarán los siguientes ponentes que supone esto desde el punto de vista médico y desde el punto de vista de los trastornos”.

La segunda de las conclusiones generales que puso sobre la mesa Arana aludió a “la combinación de la prohibición de los bonos publicidad de apuestas deportivas, donde más incidencia tenemos es en las personas más jóvenes, sobre todo en las que no habían jugado hasta entonces, y que han dejado de considerar un importante porcentaje del juego online con una alternativa de ocio durante los meses de confinamiento, coincidiendo con la prohibición de la publicidad y los bonos y de las apuestas deportivas”. Elementos todos ellos que, a juicio de Arana, “deben hacer pensar y reflexionar de qué está ocurriendo y cómo, pues se está invitando incluso empujando a generaciones muy jóvenes a empezar a participar en el juego online, que es algo que también hemos desarrollado y subrayado en el propio real decreto de comunicaciones del juego”. En este sentido, Arana se refirió a “esa incorporación de cada vez gente más joven al juego online”, a partir de lo cual subrayó que “la labor de la Dirección General de Ordenación del Juego debe centrarse, tal y como menciona este Decreto, en la protección de los colectivos más vulnerables y en particular en relación con las personas con trastornos en el consumo del juego y con la incorporación al mercado de los juegos de las personas más jóvenes a través de la limitación de la publicidad las promociones deportivas y el mundo de las redes sociales”.

Arana también hizo hincapié en “la cuestión de las redes sociales porque en el real decreto de comunicaciones hay toda una descripción y toda una parte que se dedica específicamente a tratar cómo se debe de abordar la publicidad en las redes sociales; cómo se debe abordar la publicidad en las plataformas de intercambio de vídeo en las páginas webs. Es decir, todos esos entornos donde el mayor número de usuarios es gente particularmente joven”. En este punto se refirió “no olvidar las cajas botín de los videojuegos que, sin duda debe ser objeto de estudio y regulación por la incidencia que tienen en la población incluso infantil, y su actual situación del limbo jurídico”. Además de especificar que estas “ahora mismo no requieren de  licencia de juego y es uno de los elementos que estamos estudiando ya en la Dirección General de Ordenación del Juego para ver qué cómo podemos abordar esta cuestión a medio plazo”.

Arana abundó en el enfoque de protección a los más vulnerables, señalando que constituye “uno de los elementos clave” plantear poltícas para “defender o intentar protegerlos”, sobre todo “evitando esa incorporación del personal más joven al juego online. Pero eso no significa tampoco que no debamos, y así lo hacemos, proteger a los jugadores activos, es decir, a aquellas personas que utilizan el juego que hacen uso del juego, si bien en este caso el esfuerzo ha de hacerse para que ese juego se desarrolle en un entorno seguro. Es decir, evitar el incremento de los consumos problemáticos hasta hacerlos desaparecer, y el aumento de los entornos ilegales, de ahí que precisamente los ejes sobre los que va a pivotar la política de la Dirección General Ordenación del Juego entre los próximos meses y a lo largo de la legislatura serán esos dos: la de la protección los colectivos más vulnerables, con  la limitación de la publicidad de los bonos, y el  impulso del juego seguro”.

Arana cerró sus conclusiones afirmando que “no podemos obviar el necesario debate como sociedad en relación a los modelos de ocio que estamos impulsando, empezando por la propia arquitectura de las ciudades, con grandes poblaciones; una densidad de población donde no cabe y espacios verdes donde no caben en instalaciones deportivas; donde todo está hacinado”. Y finalizó haciendo una alusión a los Patrocinios, afirmando que “también es muy importante” poner la atención en “los modelos de éxito, teóricamente de éxito, que se vienen impulsando desde determinados ámbitos, en particular desde el mundo deportivo. Es decir, estos patrocinios de camisetas en equipos de fútbol; este afán de que el famoso se anuncie una y otra vez:  la publicidad online y que prácticamente se nos venga a sugerir que el éxito viene a través de las casas de apuestas. Sobre eso también deberíamos hacerle una seria reflexión, y no ya no como Dirección General de Ordenación del Juego, sino como sociedad”.

Repaso de las diferentes magnitudes

Todas ellas, conclusiones con las que Arana cerró su intervención, que inició señalando que “la pregunta que entiendo que debemos abordar o me gustaría a mí abordar” es la referida a “las tendencias en aquellas semanas de confinamiento en relación con el juego online”, y “si se produjo un aumento de juego”.

De forma previa al análisis realizado, señala que “en principio, cabría suponer que sí, ya fuera por el traslado del juego offline al juego online o por el largo período de confinamiento y por el bombardeo sobre todo de mensajes publicitarios por parte de las casas de apuestas online que vieron en el confinamiento además una extraordinaria oportunidad de incrementar su segmento del mercado”. Además de destacar como factores que “aquellos primeros días, donde la televisión tenía más incidencia que nunca” y “la cantidad de publicidad online a la que nos vimos sometidos no tenemos que olvidar además y esto yo creo que es muy importante que a partir de la declaración del estado de alarma se produce la suspensión de los sorteos de ONCE y SELAE. O lo que es lo mismo, la inexistencia de cualquier otra alternativa de juego de azar que no fuera el juego online porque obviamente las casas de apuestas presenciales también cerraron”.

Como aspecto positivo del segmento del Juego Online, Arana se refirió al hecho de que “es el tipo de juego que mayor nivel de inspección tiene, y en el que podemos obtener más y mejores datos. Y eso es importante, porque nos permite hacer una análisis certero de esa realidad que ocurrió durante esas semanas y meses”.

El temor a qué pudiera ocurrir, y no conclusiones basadas en un riguroso análisis, motivaron las restricciones al Juego Online, explica Arana: “A nosotros nos asustaba la situación porque, dicho de alguna manera, creíamos que nos encontramos ante una tormenta perfecta en favor del juego online, pero al saber que vamos a poder supervisar casi a diario todos y cada uno de esos movimientos pues teníamos cierta capacidad de movimiento como luego se verá. Así pues, entiendo que la primera pregunta que se nos puede venir a la cabeza qué es la de si hubo más o menos consumo de juego durante el confinamiento, sin embargo, la respuesta no es tan obvia porque, como bien saben todos de ustedes, el juego es un mercado extraordinariamente complejo donde según el tipo de variable que se calcula el resultado puede ser uno u otro”.

Durante la ponencia, Arana comentó diferentes gráficos. El primero de ellos (ver la siguiente captura) se refirió a las Principales Magnitudes de la Evolución del juego online durante el confinamiento por el Covid-19, tramo en el que se incluye el estado de alarma y el periodo en vigor del Real Decreto durante el mismo, que estableció diferentes medidas restrictivas al juego online recogidas en su Artículo 37.

El anterior gráfico recoge las variaciones de las magnitudes clave, como los jugadores nuevos, los jugadores activos, la participación, el gasto y los bonos,  sobre el que Arana concluye, de nuevo sin poder basar sus afirmaciones sino en simples percepciones, que “daría la sensación, como podemos ver aquí, de que si vamos al punto inicial que sería antes de la pandemia, y vamos al punto final, que estaría aquí, si nos damos cuenta de que las variables básicamente se mantienen estables durante todo el periodo desde el inicio hasta el final”. Es decir, continúa, “tenemos un entorno después del período de confinamiento básicamente similar, menos en el gasto, que sí que se reduce de manera significativa”.

También destaca el dato de la participación, cuando afirma que “vemos como aquí hay caídas significativas de todos los valores, salvo de la participación. Es decir, la gente que sigue jugando, sigue jugando en la misma cantidad que lo hacía, independientemente de que haya más o menos jugadores. Esto significa que tenemos gente que ha participado, jugado más, independientemente de que hubiera más o menos gente en los mercados”.

Por otra parte, señala en la gráfica “dos puntos, uno a partir del cual las cosas empiezan a cambiar antes de volver a la normalidad, y este es el período que me gustaría ir describiendo, y explicando, y cuáles son los elementos que influyen en ese periodo”. Al respecto, se refiere a la suspensión de las competiciones deportivas, “sobre todo en América y el mercado europeo”, de forma progresiva, hasta que van desapareciendo completamente todas, y, por otro lado, “la prohibición casi total de la publicidad y los bonos como consecuencia del artículo 37”. En relación a dichas medidas restrictivas, Arana señala que “fue consecuencia, como iremos viendo, de unos primeros datos alarmantes en relación con el crecimiento del juego online en relación con los jugadores nuevos y jóvenes las primeras semanas de confinamiento”.

En concreto, Arana señala en la gráfica que, “como podemos ver aquí hay un ascenso brutal: pasamos del 1 al 1,44 en jugadores nuevos, un dato que nosotros en el ministerio nos alarma extraordinariamente y, por lo tanto, ahí es donde se decide incorporar ese artículo 37 y prohibir la publicidad”. Asimismo, Arana se refirió a la prohibición de los bonos, señalando que estuvo motivada porque “normalmente están muy relacionados con los jugadores nuevos, y nosotros tenemos la certeza de que el bono sobre todo influye en las personas más jóvenes son los bonos de bienvenida, principalmente porque son precisamente aquellos con los que se accede, y los jóvenes se acercan al mercado del juego precisamente como consecuencia de estos bonos”. Una aseveración que, de nuevo, no apoya en datos.

En relación a la gráfica sobre los Jugadores nuevos (ver anterior captura), Arana señala que los datos se ven “muy influidos por las medidas de restricción de publicidad y las precauciones establecidas vigentes desde el 4 abril hasta el 10 de junio, pues en los primeros días tras la declaración del estado de alarma, se observa un importante crecimiento del número de altas. Es decir, el 44 por ciento que estaba señalando, pasando el promedio de alta diarias de 887 a 1289 personas jugadoras, y a partir del 4 de abril, con las restricciones en publicidad, asistimos a una caída del número de jugadores nuevos de un 44 por ciento respecto al primer periodo del año”, apunta. Para finalmente concluir que “iríamos viendo cómo van subiendo los jugadores nuevos”, para descender con las restricciones y, “una vez eliminadas las restricciones, lo hacen, pero de manera más contenida de lo que ocurría antes”.

El gráfico relativo a los Jugadores activos, aquellos que ya tienen una cuenta, explica, muestra cómo aquellos activos en Apuestas Deportivas “decaen de manera extraordinaria en el momento en el que se suspenden las operaciones”, apuntando que dicha suspensión fue progresiva, así como aquellos Jugadores activos en el resto de Juegos, observándose que “lo que pierde un grupo lo gana el otro”.

Abundando en ello, Arana señala que “tenemos un colectivo muy importante de jugadores activos en España que si no juegan a un juego lo hacen a otro. Es decir, manteniendo de alguna manera el estado en el análisis de los jugadores activos por grupos de edad no se aprecian grandes diferencias en el grupo de jóvenes de hasta 25 año, en el que las variaciones tanto de caída en los primeros periodos de alarma como en la recuperación del anterior período, una vez están levantadas las restricciones, son más intensas”.

El Director General de Ordenación del Juego hace “especial hincapié en los jugadores jóvenes porque, precisamente, son los que hemos visto que tienen o han tenido más fluctuación a lo largo de todo el periodo del estado de alarma, principalmente en lo que tiene que ver, además, con el efecto de los bonos de bienvenida, la publicidad y también la suspensión o no de las apuestas deportivas”.

Con respecto a la participación, cuyo gráfico puede verse en la anterior captura, Arana  recuerda “se mantiene prácticamente constante a lo largo de todo el todo el estado alarma, y no ha sufrido la participación global grandes variaciones durante el periodo de alarma  observándose un ligero repunte respecto al primer periodo del año del 1 por ciento antes del artículo 37 del Decreto y una caída del 4% en el caso de Decreto, para recuperarse ligeramente en el tramo del periodo de alarma del 11 de junio”.

Sobre dicho gráfico, Arana también apunta que el concepto de participación engloba a diferentes Juegos, plasmados en un conjunto de ellos diferentes de las Apuestas, que “crece durante todo el periodo de alarma si se compara con los valores del primer periodo del año. Durante los primeros días tras la declaración del estado de alarma, hay un crecimiento del 35 de en Juegos que no son apuestas deportivas. A partir del 4 abril, con restricciones en la publicidad, el rendimiento se mantiene en un 22 respecto al primer periodo del estado de alarma y, posteriormente, partir del 11 de junio, el crecimiento continúa con un 3 por ciento al respecto a aquel primer período”.

Con respecto a la variable del gasto global en Juego, cuya evolución recoge la anterior captura, Arana señala que podemos observar dicha magnitud, -medida por el importe total de Apuestas realizadas menos los Premios recibidos, en alusión al Gasto en Juego real-, que  “ha caído durante el periodo de alarma un 37 por ciento con respecto al primer periodo del año, antes del Real Decreto, y un 23 por ciento otra el Real Decreto, para recuperarse un 12 por ciento en el último tramo del periodo de alarma, a partir del 11 de junio”, un descenso que considera un dato “importante”.

Arana también subraya que “los mayores crecimientos se observan en el juego del póquer, es decir, mucho del juego que, en principio, estaba en la apuesta deportiva (eliminando aquellas participaciones de gente más joven que es bastante menos intensa en su juego, al menos en el inicio) se traslada en gran parte al póquer”. Una cuestión que el ponente asoció al “análisis de gastos por grupos de edad, donde no se aprecian grandes diferencias salvo en grupos de jóvenes de hasta 25 años, en el que las variaciones, tanto de caída en los primeros periodos de alarma, como en la recuperación en el periodo en el que se levantaron las restricciones de la publicidad, cuando son más intensas que para el resto de jugadores”.

“Es decir, tenemos unos grupos de edad donde las personas más jóvenes son mucho más susceptibles a cambios, según haya o no haya bonos, haya o no haya publicidad, haya o no hay apuestas, y unos grupos de edad, a partir de los 25 años, muy especialmente a partir de los 35 años, donde su nivel de juego se mantiene mucho más estable independientemente de si hay apuestas o no hay apuestas deportivas. Y se genera un traslado de gran parte de las apuestas deportivas en el mundo del póquer, que también vio ahí una oportunidad y, lógicamente, los operadores aprovecharon para organizar diferentes partidas, de tal manera que la gente que tenía ese uso del juego se trasladó hacia el póquer”.

Por último, Arana se refirió al gráfico que mostraba la evolución de los Bonos liberados (ver la captura anterior) señalando que “para nosotros esto es extraordinariamente importante porque, como se puede ver aquí, lógicamente, el momento en el que se prohíben los bonos desaparecen absolutamente del mercado, pero luego en el momento en el que se vuelve a abrir la veda, hay un aumento brutal. Es decir, los Operadores, conscientes de que pueden volver a emitir bonos, generan un movimiento en bonos absolutamente impresionante, de tal manera que esto coincide también con la incorporación de gente más joven otra vez al mercado de las apuestas”.