EL SECRETARIO GENERAL DE CONSUMO Y JUEGO AMENAZA CON LIMITAR EL DINERO DE LOS JUGADORES ONLINE

El Secretario General de Consumo y Juego Rafael Escudero Alday ha comparecido en el Congreso de los Diputados, donde ha hecho mención a la llegada inminente de un nuevo Anteproyecto de Ley del Juego, “con el único objetivo de reforzar los instrumentos de lucha contra el juego ilegal”.

Según ha manifestado el Secretario General de Consumo y Juego, el carácter dinámico y la proliferación de las actividades de juego online “requieren que nuestra legislación esté completamente alineada con el estado del Sector y el estado del mercado del Juego”, y añade que “este Sector está en constante modificación y mutación, y es necesario ir ajustando la ley a este respecto”.

Rafael Escudero Alday señala que habrá una segunda modificación de la ley “a través de una propuesta para regular el fenómeno de las loot boxes, para intentar establecer una regulación sobre esta materia que impida no solo fraude en el juego, no solo el juego ilegal, sino que impida también prácticas de juego peligroso, de riesgo, por personas y colectivos vulnerables”.

Asimismo, el Secretario General ha hablado en relación al real decreto de entornos más seguros de Juego, mencionando algunas de las medidas que incluirán en su texto, de una manera cuanto menos ambigua.

En su intervención, Alday ha mencionado que habrá prohibiciones en el uso de tarjetas de crédito a ciertos jugadores que incurran en una situación de Juego de riesgo, así como de privilegios VIP o promoción de juegos hacia esa persona. Lo más llamativo de esto, es la delimitación para considerar a un jugador “de riesgo”, apuntando que se constatará a través de la cantidad de dinero que haya jugado: “una cantidad de dinero superior a lo que se considera razonable en semanas o en meses”. Un límite que ni decir tiene impondrá la Administración y muy probablemente no importen aspectos relativos al jugador y a su condición o renta individual. Una medida que, muy probablemente, vaya a hacer que, una vez más, tengamos que dirigir la mirada al cielo con incredulidad…