El Bingo antes de Belén Esteban
El Bingo se nos metió a los españoles en el cuerpo mientras atravesábamos la larga noche de la libertad. Eso formó parte de su encanto , de su éxito y, desde luego, supuso una de las grandes revoluciones sociológicas en la España de la Transición. Fue también la puerta de entrada plena de la mujer al mundo del Juego y el cambio de una consideración social que ya nunca más la tildaría de “tanguista”…
EEl Bingo se nos metió a los españoles en el cuerpo mientras atravesábamos la larga noche de la libertad. Eso formó parte de su encanto , de su éxito y, desde luego, supuso una de las grandes revoluciones sociológicas en la España de la Transición. Fue también la puerta de entrada plena de la mujer al mundo del Juego y el cambio de una consideración social que ya nunca más la tildaría de “tanguista”…
Todavía en vida del Caudillo, cuando la lucecita del Pardo brillaba incansable e impasible el ademán, cuando el Almirante aún no había “aterrizado” desecho en la terraza de Claudio Coello, una entrañable Lotería de Cartones expandía sus anchuras lúdicas en Círculos Mercantiles y Casas Regionales… Apenas inaugurada la década de los 70, aquel juego de trampas y vista gorda mostraba sus señas de identidad más característica con la flora y fauna de su clientela.
Búhos de la vigilia nocturna, intelectuales de la postrevolución del brasero, mujeres de risa fácil y hasta facinerosos de la calderilla urbana, terminaban el día en aquellas salas de mala ventilación y reputado olor, donde el sudor era el rey, los “Chunguitos” el arte y el juego la esperanza… Todos arrimaban los cinco duritos, o los especiales a cien pesetas, en aquella orgia del azar manipulado del 2×3… 2 premios de Bingo para la Casa y el tercero para los jugadores…
Pero daba igual. En aquellos improvisados templos del juego por placer se respiraba libertad, la prolongación inmensa de que las cosas cambiaran, de que los españoles terminaran con la Dictadura y sus costumbres milimétricamente regladas… “ Oiga, usted no sabe quién soy to “… “Haga el favor de acompañarme “… “ Su Excelencia, el Jefe del Estado, Generalísimo…”
El juego, el Bingo inundaba las noches patrias… Oliver, Gran Vía, putillas frioleras que cambiaban servicios por cartones; ejecutivos insomnes hartos de NoDo y Marca; estudiantes barbilampiños e incluso estrellas en ascenso de la única televisión…Había que ver a Bárbara Rey jugando al Bingo en la Casa de la Rioja, mucho antes de que su marido entrara en Canoe pistola en mano, mucho antes de que el Borbón tuviera que buscárselo en el África de los elefantes mudos o muertos…
Hay una Historia del Bingo que todavía no se ha escrito y que ya nunca se relatará con exactitud… Murió Lola Flores que lo jugó, murió Fraga Iribarne que lo toleró y nos vamos muriendo quienes lo disfrutamos… Ahora ya nada es igual. La libertad fue un delicioso sueño y el Bingo se desplaza a las Belén Esteban del Yo Bingo. Ayer, protagonizó una sesión de chat con los clientes, pero no sé de qué hablaron, porque ni siquiera me pregunto ¡ a quién coño le importa !…
Jolín, Manolo, hoy te has superado. Ni Raulito del Pozo lo hubiera expresado mejor. En tiempos difíciles, viene bien un chute de nostalgia para recordar lo que fuimos…y comparar con lo que somos, o a dónde hemos llegado. Groucho tenía razón: partiendo de la nada…hemos alcanzado la más alta cima de la miseria. Pero aunque tenemos más pasado que presente, hay que seguir viviendo (y peleando) por el futuro… por el tuyo y el de los demás.
No sé si Juan Manuel Ortega es un hombre vanidoso o no o si le afectan las críticas o le gustan las felicitaciones, pero su forma de escribir raya a la altura de los periodistas y los novelistas que están en la cumbre de la Historia de la Literatura española. Es el mejor a años luz. Y ese es el halago. La crítica está en su evidente desprecio e incapacidad de diálogo ante las posiciones y las personas con las que no está de acuerdo o no le gustan. Se limita a machacarlos y con esa actitud cierra seguramente muchas puertas.
Querida Marga, decía Albert Camus que ” no hay destino que no se alcance con el desprecio” y, en un Sector tan radicalizado como el nuestro, no está de más tenerlo muy presente mientras te aprietas los machos de la confrontación dialéctica… Pero no en todo soy así y sólo por razones de dignidad de oficio actuo en contra de la humildad de mi corazón, que lo tengo en la izquierda y sufre ,como cualquier otro, los avatares de una vida en la que nunca sabes muy bien si la tienes que vivir ” solidario” o ” solitario”. Gracias por tus palabras de alabanza y crítica…
Déjeme decir, señor Ortega, que su versatilidad literaria es asombrosa. Tan pronto se marca usted un artículo costumbrista” como hace un clásico quevedesco y todo ello mientras habla del sector del juego, lo cual es más increible todavía. Deje el juego y haga un favor a la Literatura. Es usted demasiado bueno para que no se le conozca fuera del sector.
Nunca sabe mejor el alcohol que cuando se toma bajo una Ley Seca; nunca se disfruta tanto de una cita de amor como cuando es clandestina. Y ya que nunca lo pasaremos mejor en el bingo que cuando cruzábamos su umbral a oscuras o para entrar hacíamos cola en la calle bajo la lluvia, disfrutemos ahora de las comodidades y la tecnología que al superar el tercermundismo, ¡ay!, se han cargado su romanticismo y su aventura transgresora. ¡Que bien expresa Ortega que al jugar al bingo entre delincuentes y cometiendo un delito nosotros mismos nos hacíamos más libres¡ Se ve que él cantó más de una línea o un bingo con un ojo puesto en la puerta por si había una redada.
A lo mejor debía de recordar eso antes de darles tanta caña o los clandestinos del siglo XXI, a los del online.
Estoy de acuerdo con don Viejo Bingero aunque la mayoria de los que estan aqui expresando sus comentarios por lo menos me doblan en edad , entiendo ese sentimiente de ir a contra corriente en un mundo en el que todavia existen multitud de prohibiciones . Ademas ahora que vivo en el extranjero, en un Pais en el que hay tantos limite legales como es Marruecos se lo que es jugarsela para poder mantener una relacion con una mujer antes del matrimonio cambiando esos mensajes de texto clandestinos que mencionan en los comentarios, o jugar una partida de cartas con apuestas en un bar clandestino pendiente de oir el silbato para salir pitando. Seguramente sean lo mejores momento de mi vida! Pues como cita VB que libre se siente uno mismo cuando va en contra de lo escrito mientra hace lo que le gusta y se diviertie a la vez ! Señor Ortega solo tengo que decirle una cosa :CHAPEAU! Me quito el sombrero ante usted! Le invito a que algun dia nos pueda deleitar con un libro que plasme su gran intelecto y elocuencia al igual que lo hace con cada articulo que escribe en su portal!