Mundo, Demonio y Carne
A quien Dios se la dé San Pedro se la bendiga… O habremos de vivir tiempos peores… Alimentada durante treinta y seis años con el trigo adulterado de un mamoneo machacón e interminable, el ave de las tinieblas se ha posado a plena luz del día en la plaza pública sectorial y no hay cristiano, ni prohombre capaz de hacerla volar hacia los discretos lares de antaño. Ese aullido, oculto y silencioso entre los pliegues de nuestra historia, se ha tornado en desgarradores graznidos de cambio que claman por un nuevo rumbo de las cosas…
A quien Dios se la dé San Pedro se la bendiga… O habremos de vivir tiempos peores… Alimentada durante treinta y seis años con el trigo adulterado de un mamoneo machacón e interminable, el ave de las tinieblas se ha posado a plena luz del día en la plaza pública sectorial y no hay cristiano, ni prohombre capaz de hacerla volar hacia los discretos lares de antaño. Ese aullido, oculto y silencioso entre los pliegues de nuestra historia, se ha tornado en desgarradores graznidos de cambio que claman por un nuevo rumbo de las cosas…
Eso o, como digo, habremos de vivir tiempos peores… Acontecimientos que nos convertirán en víctimas de sucesos que no podremos controlar. Beligerantes fratricidas y desunidos perseverantes, el libreto que nos espera en el moderno escenario del Juego contendrá la tragicomedia del exterminio a la que nos hemos hecho acreedores… Su bisoñez ya le ha ganado la partida a nuestra experiencia… Hay luz en la salida del túnel de la crisis económica de España, pero nosotros seguiremos bajo un negro manto de oscuridad… Es dramático tener que expresarlo con la fría crudeza de una racionalidad aparentemente desprovista de sentimientos, pero llegaremos a ver la definitiva derrota que la suma de nuestros obstinados errores ha propiciado.
A quien Dios se la dé San Pedro se la bendiga. Miguel de Cervantes y nuestro querido amigo José Ignacio Cases, tenían razón al aceptar con resignación y conformidad el giro que toman las circunstancias. De El Quijote, ya se ha dicho todo, pero a mí me interesa ahora ese improvisado y maravilloso discurso de despedida que José Ignacio regaló al Sector hace veinticinco años, cuando manifestó su seguridad ” de que las rosas siempre saldrán en primavera ” Era el punto final de unas bellísimas palabras construidas sobre metáforas cercanas a los enemigos del alma. “El mundo, el demonio y la carne; el enemigo de fuera, el de dentro y las autoridades “
Cinco lustros después, nadie ha sido capaz de una definición tan puntual y certera del Sector. Quizás veamos brotar esas rosas primaverales de la esperanza pero, de momento, huertas y campos sectoriales sólo han sido abonados por los enemigos de fuera, los de dentro y las autoridades. Así ha escrito el Sector los versos hipócritas de una epopeya que ya no puede disimular su verdadera naturaleza tragicómica. Con el alma hipotecada por la historia y nuestras fuerzas visibles en las alacenas de la almoneda, el futuro parece una trampa en la que ya hemos metido los dos pies y sin apenas tiempo para salvar el resto.
Ustedes perdonen la insolencia pero, en los albores de mi ancianidad, juzgo como único, irrepetible y memorable aquel quinquenio mágico del Juego en el que casi todos sabíamos dónde estábamos y lo que queríamos. Veinticinco años después, de aquellos brillos de excelencia y plenitud, sólo nos queda la nostalgia…Mientras tanto, las rosas florecen ahora en jardines ajenos, regados con las lágrimas de nuestro egoísmo y nuestra incompetencia. Podemos seguir igual… Al fin y al cabo ya queda poca cuerda de la que tirar….
Ortega, se ve que eres un hombre de lealtades. Pero tienes razón, la época del Sr. Cases al frente de la Comisión Nacional del Juego fue la mejor para el Sector. Como tú dices, todos sabíamos lo que queríamos y dónde estábamos mientras que ahora todo es confusión y decepción.
Efectivamente hubo algunos periodos en el devenir del sector en los que se podía establecer una buena interrelación entre los intereses de la industria y los de la Administración, y hubo un periodo en el que José Ignacio Cases fue un magnífico interlocutor que supo manejar los asuntos que se le plantearon con mucha inteligencia, lo que se vio favorecido por una cierta armonía en los planteamientos del sector, algo bastante complicado en estos tiempos de corren, tanto de una parte como de otra…. por esa falta de definición de los que han de hacer los planteamientos y la carencia de interlocutores válidos en las Administraciones, complicado pro que sean 17+2 en lugar de uno. Quizás estamos en el momento mas complicado para el sector y esta situación no favorece para nada encontrar las soluciones que se necesitan.
A 17 rios revueltos, sólo hay “ganancias” para quienes se aprovechan de la confusión y la falta de unidad. Al sector le hace falta un lider que esté por encima de los intereses particulares de empresas y asociaciones, lo cual es practicamente imposible. No tenemos remedio ¿ O sí ?
Sólo la amistad justifica que Manolo Ortega me haya sorprendido hoy al mostrar que mantiene vivo en el recuerdo unas palabras mías de despedida dichas hace 25 años.
Es verdad que al sector le esperaban tiempos difíciles y que por su atomización y el afán de protagonismo de algunos no acaba de lograrse la consolidación deseable, desapareciendo paulatinamente la capacidad y peso que la industria del juego presencial debiera tener después de tantos años. No se entiende que tras crear puestos de trabajo en número importante y contribuyendo con significativos ingresos fiscales a las arcas públicas haya podido ser devorado por “lobbies” que lograron la promulgación de la ley 13/2011, muy alejada, a mi juicio de los intereses generales de la sociedad española.
El denostado Mr. Adelson, con acierto, mantiene como sabemos (por mi parte gracias a esta revista) una oposición tajante al juego online en Estados Unidos porque no todo lo novedoso resulta más útil a la sociedad.
No obstante, aún reconociendo que los “lobbies” si han sabido llevar a cabo perfectamente su presión, estoy seguro que “las rosas florecerán la próxima primavera” y espero que las autoridades actúen tan sólo en defensa de la sociedad civil y de sus iniciativas lícitas olvidando -como lo hicimos en los primeros tiempos de nuestra democracia- todo afán de protagonismo intervencionista porque hoy en día la sociedad sólo acepta la autoridad que se legitima a si misma permanentemente con un templado ejercico de sus competencias.
Estas son las reflexiones de un jubilado,en agradecimiento al recuerdo de Manolo Ortega, sobre cuestiones que conocí bien. Evidentemente sobre el demonio y la carne me queda todavía mucho que aprender..
Con José Ignacio Cases tengo ocasión de debatir de vez en cuando lo que está pasando en el sector y compartimos algunos análisis en tono menor respecto de lo que se puede o debe hacer, pero los verdaderos actores que han de hacer valer la realidad y relevancia del sector de juego presencial no parece reaccionar en tiempo y forma y coincido con Manolo en su comentario sobre la necesidad de que falta un liderazgo que tenga autoridad por su capacidad y conocimiento, que sea capaz de aunar los interés del sector y transmita un posicionamiento unitario ante las Administraciones responsables de ejercer ese “templado ejercicio de las competencias” que comenta José Ignacio, para que al final prevalezcan los intereses generales y no los de una parte.
Para bien o para mal, las tecnologías aplicadas al juego presencial, el juego online, otras modalidades de juego como las apuestas deportivas, toda una evolución natural que tiene una dimensión global, esta sucediendo y no podemos ser ajenos a ello, sin perjuicio que es evidente que las cosas podrían y deberían haberse hecho de manera muy diferente en cuando a la regulación de estas nuevas modalidades de juego, es necesario recomponer la figura y afrontar en reto que supone esta situación y tratar de reconducirla hacia un escenario que entronque mas con los intereses del sector de juego presencial, “los generales”, para lo cual hemos de definir lo que es bueno para todos y al menos para la gran mayoría e impulsar las soluciones necesarias.
El objetivo es complicado pero lo que si no podemos es seguir “solamente” en el debate, si no que es necesario configurar una estrategia definir un objetivo y llevar a cabo las acciones necesarias para conseguirlo.
Después de 25 años, me congratula tener noticia de una persona, José Ignacio Cases, que en su fecundo paso por la Comisión Nacional del Juego dejó una impronta difícil de olvidar, con visión de los problemas y las soluciones, inteligencia en la gestión, talante negociador y dialogante, y una bonhomía presente en todas sus actuaciones. Por desgracia, todo lo que fue viniendo después de su marcha fue yendo a peor, hasta desembocar en el actual torbellino sin sentido. Un cordial saludo, José Ignacio. Y muchas gracias a Ortega por traerle a estas páginas.
Permintanme recomendar la vision de la pelicula “la vida de brian” aparte de pasar un buen rato, creo que estaran de acuerdo en que todos los que aqui opinamos, incluso el Sr. Ortega, nos parecemos a los de la LPGJ de la pelicula……………mucho blablabla, mucha opinion, mucho deberiamos hacer, pero nadie levanta la mano. ¿tan dificil es hacer una asamblea extraordinaria de asociaciones, elegir una directiva comprometida con el sector, no con las grandes empresas, cada empresa INDEPENDIENTE un voto, y planificar y ejecutar una linea de actuacion? querer es poder, y dejemosnos de tanta palabreria. Sr. Eduardo lo que comentas tienes toda la razon, pero me temo que como tantas otras veces, el interes particular prevalece sobre el general. y mientras unos lloramos en estas páginas, otros actuan. y visto lo visto parece que les va bien.
Completamente de acuerdo con Eduardo,Manolo, Aristóteles y Ortega, que ha sido muy oportuno. Añado mi convencimiento de que aunque “jubilado”, José Ignacio Cases podría ser la persona que el sector necesita para poner orden en las posiciones de la Industria y las Administraciones.
Señor Incredulo, no es facil lo que usted pide porque nadie tiene la suficiente capacidad e independencia para colocarse por encima de las grandes, aunque equivocadas, empresas del sector. Ni siquiera CODERE que sí luchó contra el proyecto de la Ley del Juego, parece tener el más mínimo interés en que las cosas cambien. Sólo nos dejan la palabrería, como usted dice.