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Idiotas

La Roma sectorial SÍ paga traidores y se desvive por los idiotas. Las adhesiones inquebrantables saben mucho de estulticias mantenidas con los oros del deshonor y el Imperio se desangra a lomos de la eficacia destructiva de esos necios que mandan, aunque no gobiernan. No son los elegidos por los dioses, sino por los reyezuelos del divino binomio espacio-tiempo y resulta ocioso decir que son inmunes a las carcajadas que provocan sus conjeturas. Los Césares del Juego no premian el talento por encima de las babas que mantienen su estructura vertical.

La Roma sectorial SÍ paga traidores y se desvive por los idiotas. Las adhesiones inquebrantables saben mucho de estulticias mantenidas con los oros del deshonor y el Imperio se desangra a lomos de la eficacia destructiva de esos necios que mandan, aunque no gobiernan. No son los elegidos por los dioses, sino por los reyezuelos del divino binomio espacio-tiempo y resulta ocioso decir que son inmunes a las carcajadas que provocan sus conjeturas. Los Césares del Juego no premian el talento por encima de las babas que mantienen su estructura vertical.

Hacen bien. La vida es demasiado corta para entretenerse en el conocimiento de la moralidad intelectual y siempre es preferible el cajón semi-lleno del ahora a las expectativas difusas de un devenir al que quizá ni siquiera pertenezcan. Pero esa displicencia nos está pasando una factura que nadie o casi nadie puede afrontar. Me estoy refiriendo al escenario mismo del exterminio, ese espacio real que día a día alfombramos con la moqueta de una formidable desidia. Todavía hoy nos riega con una lluvia de monedas que, indefectiblemente, nos negará el mañana…Nosotros mismos…

Las Visas Oro echan humo entre sábanas de putas y cubatas. Los días de vino y rosas han sido sustituidos por los quehaceres mercenarios de la obediencia debida. Nadie alza su voz en el desgarrador silencio soporífero que nos envuelve a todos. Ni somos Uno, ni somos Grandes, ni mucho menos Libres… Nuestra Nación sectorial hace tiempo que bordea el abismo de un irreversible final y no hay manos que nos sujete ante ese precipicio de lo irracional…

Antes bien, nos deleitamos con los gozos y las sombras de esa mediocridad intrínseca que elabora las hojas de ruta de la inanición. En ese Calendario nos encontramos todos. Aquí no se salva nadie. Ni los antiguos, ni los del relevo generacional parecen querer otras normas que no sean las del continuismo…Seguirá habiendo, por tanto, quien disfrute de los peces sin necesidad de haberse mojado el culo. No hay mal, que por bien no venga… El pasado siempre ha sido clarividente en aquello presumiblemente atado y bien atado…

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NOVOMATIC

4 Comentarios

  1. Ya se sabe que un optimista es solo un pesimista mal informado, y se ve que Ortega está perfectamente informado. Acierta al analizar nuestro pasado, es lúcido al contemplar nuestro (mediocre) presente y mucho me temo que da en el blanco al ver el porvenir negro. Y lo peor es que cuando se pone a hablar de idiotas todos nos ponemos a mirar a nuestro alrededor en vez de tener el valor de mirar al espejo, que quizá fuera la única manera de encontrar a alguien capaz de cambiar el futuro

  2. Frente a los “idiotas” y las idioteces de aquí parece que los casinos de Portugal no están dispuestos a que les atraquen con legalismos políticos. Habrá que felicitarles por ello.

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