Muerto el perro…
Muerto el perro se acabó la rabia. Mientras el Sector no comprenda que el fin último de ese vergonzoso Día sin Juego es justamente una España sin Juego, probablemente no va a reaccionar. Y mientras las Administraciones Autonómicas no entiendan que están utilizando dinero público e influencia para suprimir una libertad civil, el oprobio va a continuar con el correspondiente efecto multiplicador mediático. Daría risa, si el objetivo no fuera tan preocupante.
Muerto el perro se acabó la rabia. Mientras el Sector no comprenda que el fin último de ese vergonzoso Día sin Juego es justamente una España sin Juego, probablemente no va a reaccionar. Y mientras las Administraciones Autonómicas no entiendan que están utilizando dinero público e influencia para suprimir una libertad civil, el oprobio va a continuar con el correspondiente efecto multiplicador mediático. Daría risa, si el objetivo no fuera tan preocupante.
Usar el dinero de los impuestos para atacar a una Industria legal es sin duda una canallada, pero también podría tener otras consecuencias de orden jurídico. Yo no lo dudaría un instante e iría al Juzgado con los cartelitos, las subvenciones y los nombres de los Consejeros de esos Gobiernos Autonómicos convertidos en adalides de reivindicaciones absurdas. Los ludópatas y sus Asociaciones pueden pedir lo que quieran y están en su derecho de hacer el ridículo frente a la Sociedad cuantas veces lo deseen porque, al fin y al cabo, viven de eso. Pero otra cosa muy distinta es que los Gobiernos democráticos se apunten a la payasada y además la subvencionen con el dinero de los impuestos de todos los españoles.
O procuramos poner orden o, efectivamente, sufriremos las consecuencias. El eufemismo del Juego Responsable se le ha ido de la mano a un Sector que no se siente capaz de romper la baraja… y eso justamente es lo que tiene que hacer. ¡ Ya está bien de cachondeo ! Eso o seguir haciendo el papel de la puta que además pone la cama. La ruptura debe ser total con las personas e instituciones que defiendan ese camino que ataca a la misma naturaleza del negocio del Juego.
También podemos seguir sin hacer nada, que es una elegante forma de darles la razón. El Juego es malo, malísimo para todas las personas de bien que conforman la Sociedad. El Juego es una especie de cable de alta tensión que acaba electrocutando a todo el que se acerca. Esa es la teoría y nuestro descomunal silencio parece darles la razón. ¿ A qué esperamos para responder ?
Ya sabemos como se gastan el dinero la Junta de Andalucía y los Sindicatos. Y en el Juego siempre han hecho lo mismo dando cuartelillo a los ludópatas . Es una verguenza que no hemos sabido parar, con la que incluso hemos colaborado activa o pasivamente. Pero todo tiene un límite.
¿Las autoridades que promueven ese día sin juego también se lo descontarán al Sector a la hora de cobrarnos impuestos o se lo quitarán ellos de sus salarios? Porque si quieren dejarnos un día sin trabajar y con el cierre echado en nuestros negocios no pretenderán que ese día paguemos tasas, ni sueldos, ni Seguridad Social, ni nos compremos la Lotería Nacional que, por cierto, ¿dejarán de vender y publicitar ese Día?
Es una caza de brujas. Pronto nos harán llevar un brazalete por la calle como los nazis a los judios.
Te sobra razón querido Ortega. Llevamos demasiados años sin exigir a las Administraciones el respeto que merecemos y nuestro silencio puede interpretarse como si estuviéramos de acuerdo .
Buena idea la del Gobierno Balear de promocionar un “Día Sin Juegos de Azar” y simultáneamente planear la apertura de un nuevo casino… ¡Vaya tela!
Estas campañas institucionales anti-algo suelen tener el efecto contrario. Es posible que esta campaña en concreto anime a la gente a acercarse al bingo de la esquina al que hace tiempo que no va, o echar una partidita en la máquina aquella que tanto le gustaba pero que a la que dejó de jugar cuando decidió guardarse el cambio del café con leche… Lo mismo pasó con las campañas anti-droga, que aumentaban el consumo que daba gusto y las acabaron quitando asustados de ver a los jovenes bromear con meterse un “gusanito” por la nariz y cosas así…
Para lo que les queda en el convento, se cagan dentro. Se les ha ido la olla.
Nosotros como apoyo, haremos el trimestre sin tasas, a ver si les parece tambien gracioso. Porque el
año sin dar golpe ya lo celebran los politicos habitualmente, y asi se les ocurren estas imbecilidades