Sopor

Aunque apasionado por los casos y las cosas del Juego, a veces no puedo impedir convertirme en víctima de la desgana subsidiaria del sopor que me atenaza. Una persistente y morbosa modorra se impone con demasiada frecuencia a la lucidez que me es consustancial. Amar a este Sector significa también pagar un alto precio en los terrenos de la destrucción neuronal. Casi cuarenta años de convivencia activa, me han demostrado que aquí nada es lo que parece y lo que parece que vale algo acaba convirtiéndose en nada. Los acantilados de la vejez tienen estos perfiles de conocimiento empírico y como León Felipe ” sé todos los cuentos “.

Aunque apasionado por los casos y las cosas del Juego, a veces no puedo impedir convertirme en víctima de la desgana subsidiaria del sopor que me atenaza. Una persistente y morbosa modorra se impone con demasiada frecuencia a la lucidez que me es consustancial. Amar a este Sector significa también pagar un alto precio en los terrenos de la destrucción neuronal. Casi cuarenta años de convivencia activa, me han demostrado que aquí nada es lo que parece y lo que parece que vale algo acaba convirtiéndose en nada. Los acantilados de la vejez tienen estos perfiles de conocimiento empírico y como León Felipe ” sé todos los cuentos “.

Los cuentos… y más de una cuenta de las que salen o no salen. Me obsesiona el espíritu filosófico del cajón, que sólo admite el interés cuantitativo y rechaza la política de cualidad contraría al “pan para hoy… ” Pero no hay Autoridad, ni Dios capaz de cambiar la tendencia. Es mucho más fácil encontrar una palabra adecuada que una solución razonable. El Sector prefiere zarrapastrosos maestros del eufemismo antes que hacer el más mínimo esfuerzo por cambiar el estado de las cosas.

Quizá por eso ahora vota mayoritariamente al PP en una comunión deleitosa de aquiescencia. Le debe encantar que a los jóvenes españoles emigrantes, la Ministra de Trabajo les defina dentro del concepto de “movilidad exterior”... o que la Vicepresidenta del Gobierno, para explicar la mayor subida de impuestos de nuestra Historia, diga que se trata de ” un recargo temporal de solidaridad “…o en el caso del Juego, el Portavoz del Gobierno Madrileño explique que ” las salas apéndice de un Casino son locales que forman parte del casino, pero que se encuentran situadas fuera del recinto, incluso en otro municipio ” ¡¡¡ Toma ya !!!

Directamente tenía que haber dicho que, a los Casinos en Madrid, se les reconoce la cualidad divina de la Omnipresencia. A eso se refería el famoso Salmo del Rey David , pero nuestros políticos no son tan leídos como se les supone. Y aunque los del PP oyen misa hasta en la cárcel, prefieren el mamoneo de la VISA a la lectura de la Santa Bíblia, pongo por caso. Y los demás a jodernos con la ” apendicitis ” sobrevenida… Bueno, no todos. Los jugadores están encantados, aunque nadie haya pensado en ellos a pesar de que son los que llenan el cajón de estos impresentables “cajoneros del dinero, el sopor y la modorra ” ¡ Viva Castilla La Mancha !