La roja no está coja

He gastado salud y tiempo escuchando el panegírico de Carballeda en el Congreso. He bordeado peligrosamente el derrame cerebral ante tanta baba idiota, pero ha merecido la pena. Como seguramente él, yo tampoco esperaba la intervención de una Diputada verdaderamente informada sobre las fechorías de los actuales Dirigentes de la ONCE. La intervención de María Caridad García Álvarez ha sido una maravillosa sorpresa, un oasis, en el desierto amordazado que la obscura Organización se procura con sus publicidades multimillonarias en los medios de comunicación.

He gastado salud y tiempo escuchando el panegírico de Carballeda en el Congreso. He bordeado peligrosamente el derrame cerebral ante tanta baba idiota, pero ha merecido la pena. Como seguramente él, yo tampoco esperaba la intervención de una Diputada verdaderamente informada sobre las fechorías de los actuales Dirigentes de la ONCE. La intervención de María Caridad García Álvarez ha sido una maravillosa sorpresa, un oasis, en el desierto amordazado que la obscura Organización se procura con sus publicidades multimillonarias en los medios de comunicación.

Torpe y patoso, hace un año, Carballeda presentó la Selección Paralímpica al Presidente del Gobierno con su desafortunada frase ” La Roja coja ” y exactamente eso es lo que el Príncipe de la Concordia hubiera deseado ver en el Congreso de Diputados. Una roja coja, de información y decencia, que no le tocara los cojones durante su comparecencia en la Comisión sobre Discapacidad. Pero la roja no estaba coja, sino plenamente capacitada para cantar las cuarenta al impresentable Generalísimo de una Organización opaca que ya se ha olvidado de los fines para los que fue creada.

” Rentabilidad económica en primer lugar ” llegó a reconocer un atribulado Carballeda para defender su cacareada labor social… en Bares y Gasolineras. Tuvo que echar mano de las lágrimas de cocodrilo justificativas para explicar que había mantenido una entrevista con Cayo Lara y que también él estuvo vendiendo el cupón durante nueve años. Pobrecillo, por si ese derroche de trabajo no fuera suficiente, también se quejó de las personas desagradecidas que hay en su Organización y que ejercen la dictadura de la minoría. ¡ Toma ya !

Por alguna razón subconsciente, vinculo la ONCE con la UGT de Andalucía. Al igual que muchos españoles, me dejo llevar por la simpleza discursiva hasta que me doy cuenta de que no son las Organizaciones, sino sus actuales Dirigentes quienes las empobrecen en el más amplio de los sentidos. Son esos mamarrachos que manejan dinero y privilegios que no les corresponden y que tienen su origen en la solidaridad de todos los españoles. A lo mejor también llegará un día en el que la Guardia Civil entre, por orden de un Juez, en las Instalaciones de la ONCE y comprobemos las realidades que ahora se nos niegan. Es posible que ese día no esté tan lejano. En el Congreso de los Diputados ya se ha dado un paso que no puede quedar sin respuesta. Los ciudadanos de bien y los afiliados a la ONCE deben felicitarse por ello.