Irina

Irina Shayk, la flamante novia de Cristiano Ronaldo, ha declarado que no se siente sexy y que está siendo atacada por la celulitis. Ante afirmaciones de este tipo, uno no sabe a qué atenerse. Por mucha inseguridad que se tenga, una percepción tan alejada de la realidad asombra y te hace reflexionar sobre la patética insignificancia en la que se convierte la existencia para algunos seres humanos.

Irina Shayk, la flamante novia de Cristiano Ronaldo, ha declarado que no se siente sexy y que está siendo atacada por la celulitis. Ante afirmaciones de este tipo, uno no sabe a qué atenerse. Por mucha inseguridad que se tenga, una percepción tan alejada de la realidad asombra y te hace reflexionar sobre la patética insignificancia en la que se convierte la existencia para algunos seres humanos.

La vida es demasiado corta para ser perdida en el laberinto de la incongruencia. Pero todos caemos siempre en la tentación de caminar por esos parajes, que siempre nos parecen ajenos. Alimentarse de la finura intelectual del citado futbolista podría ser la causa de alguna celulitis cerebral, pero nada más. Lo de las piernas ajadas y la indigencia sexy es otro cantar entonado en clave que se nos antoja como propia de alienígenas. Si doña Irina fabricara Máquinas de Juego, diría que sus modelos no atraen al personal y sólo son capaces de proporcionar bajísimas recaudaciones para los Operadores…Eso y, naturalmente, recomendar el paso al Online que promete hermosura de curvas y ausencia de grasa chicha…

Ustedes perdonen la analogía machista, pero es que nuestro cuerpazo sectorial está siendo víctima de la ansiedad del cambio. Aunque todo acaba por sucumbir a la demoledora tiranía del paso del tiempo, hoy por hoy todavía somos mejores y más capaces a las distintas alternativas de sustitución. Hacia ese esplendoroso nuevo escenario deberíamos caminar sin prisa, sin pausa….y sin precipitación. Nadie, en su sano juicio, está en contra del progreso pero hay que oponerse a las gilipolleces de algunos “progresistas” del chichi-nabo que confunden sus propios intereses, o su propia percepción de la realidad, con la realidad misma… O sea con la realidad de todos.

El nuevo edificio sectorial debe ser reformado o reconstruido desde dentro. No podemos permitir que listillos visionarios, corruptos mamporreros o enloquecidos colaboracionistas, pretendan derrumbarlo de golpe para construir otro distinto. Eso sería un suicidio, pero exactamente eso es a lo que se nos convoca con la Orden Ministerial nacida en el lecho fangoso de la inmundicia o el despropósito. Urge aclarar los conceptos y dimensionar la situación. La redacción de un Manifiesto al Sector podría ser una herramienta muy clarificadora. Yo propongo que las Asociaciones Nacionales de referencia lo hagan ya…Todos saldríamos ganando…Bueno, todos no… Alguno se sentiría obligado a quitarse la careta de payaso, la capucha de terrorista económico o el antifaz de ladrón…quiero decir… y digo.