Agua de Borrajas
Eramos pocos y parió la abuela… Había que seguir vistiendo a la chiquillería con las camisetas de BWIN y Don Florentino dio la orden a su amigo Rubalcaba para el alumbramiento de una Ley del Juego que garantizara las lentejas en los Paraísos Fiscales y engordara la tarta lúdica en favor de los contrabandistas remotos, las cuevas de SELAE y las mazmorras de la ONCE… Con enlutado capirote y afilada hacha, Don Alfonsito MIL derrochó talento y torniquete en un texto, convertido ya en garrote vil del Juego Presencial… Y así seguimos… La lengua centralista va escalando pisos en la Babel Autonómica y ni Dios entiende ya los asuntos jugativos…
Eramos pocos y parió la abuela… Había que seguir vistiendo a la chiquillería con las camisetas de BWIN y Don Florentino dio la orden a su amigo Rubalcaba para el alumbramiento de una Ley del Juego que garantizara las lentejas en los Paraísos Fiscales y engordara la tarta lúdica en favor de los contrabandistas remotos, las cuevas de SELAE y las mazmorras de la ONCE… Con enlutado capirote y afilada hacha, Don Alfonsito MIL derrochó talento y torniquete en un texto, convertido ya en garrote vil del Juego Presencial… Y así seguimos… La lengua centralista va escalando pisos en la Babel Autonómica y ni Dios entiende ya los asuntos jugativos…
Pero en cuestión de papeles, no nos gana nadie… La Ley de la Unidad de Mercado amenaza los bosques de la Industria Papelera y las fotocopiadoras echan el humo multicopista del trabajo estéril y sin esperanza… Quizá por su juventud, al Mejor Regulador Europeo del Año le falta la perspectiva histórica del inmovilismo sectorial… Aquí, el que quiera ejercer de bombero-torero tiene que ejercitarse en el difícil arte de la estatua…o pedirle el sofá al joven Nicolás para echarse una siesta reparadora…o preguntar a la OID por qué ha pedido que testifique Miguel Ferré en el caso del pizpireto cachorro del PP… o hablar con Pablo Iglesias y pedirle una silla B en La Tuerka… Cualquier cosa, con tal de no ir perdiendo el tiempo…
Porque preguntar a los Reguladores sobre “racionalización” y considerar como “respuestas negativas” las que no se produzcan, va a servir de muy poco a la hora de dar sentido al futuro…Por muy bellas que sean, no están los tiempos para sembrar las filosofías liberalizadoras que nos negaron hace casi cuarenta años… Ese tren ya lo ha perdido el Sector y cualquier iniciativa que proponga una concepción transversal del Juego, está llamada a convertirse en ” agua de borrajas “ adornada, eso sí, con una moraleja posterior: ” zapatero, a tus zapatos “ …
Así las cosas, habrá que ver quiénes ( y de qué nivel ) acuden a la Convocatoria del Consejo de Políticas de Juego del próximo día 17 de diciembre… Lamento y aventuro el gran fracaso que se avecina… Prueba y error… Habremos de buscar los mejores hangares, para el necesario caldo de cultivo de la no menos necesaria Convergencia… Eso, perpetuar el caos existente o ponerle una ramita de perejil a San Metodio… a ver si nos toca la Lotería… nos bajan los impuestos…o nos equiparan al Online…
En cualquier país que quiere llevar a cabo un estudio que aporte soluciones de racionalización y adaptación de las normas para el buen gobierno de una actividad, a falta de tener expertos que conozcan de verdad los términos de referencia sobre los cuales han de pronunciarse, suelen encargar a una entidad independiente este tipo de informes, si no tienen un organismo capacitado para emitir tal documento.
Por cierto que este tipo de informe también lo podría haber elaborado la industria del juego y haberlo aportado como documento de referencia, también es algo habitual en muchos países……. pero tampoco se puede pedir peras al olmo tal como esta estructurado institucionalmente el sector.
Era bastante obvio que en este caso y lo que demuestran los documentos de trabajo conocidos, que las CCAA no estaban generalmente por la labor de coordinar, racionalizar y aplicar el sentido común para adaptar la normativa al buen gobierno y a un marco regulatorio que habilite al sector del juego en España llevar a cabo su actividad bajo el mejor modelo y estructura administrativa para facilitar el libre diseño de su estrategia comercial, tecnológica y de negocio, especialmente en lo que afecta a que puedan adaptar la oferta a la demanda cambiante de la sociedad, además de que no continúe siendo una actividad “penada” o “castigada”, burocráticamente, fiscalmente y económicamente en el conjunto de requisitos para poner en marcha una empresa.
Posiblemente estas barreras de entrada, tanto por la dispersión regulatoria y por las exigencias mínimas de implantación, convengan a muchos de los incumbentes, con una visión cortoplacista de protección, pero que se quiera mantener la dispersión de especificaciones y requisitos, como queda plasmado por la postura de algunas CCAA, es como poco anacrónica en estos tiempos, en los que las tecnologías evolucionan, “que es una barbaridad”, como se diría en otros tiempos.
La carencia de referencias y conocimientos de los productos y sistemas, la confusión que se ha ido aportando mediante opiniones que se han aportado por el sector mas basadas en intereses particulares que en los generales con apertura de miras y libre competencia, provoca asimismo esa “querencia” de regular todo lo que se mueve, y así se vuelve a incidir en pretender regular los modelos o sistemas tecnológicos y hasta establecer cuasi un modelo de negocio en cada caso.
Hay bastantes ejemplos de regulación en países de nuestro entorno, liderados por el Reino Unido, de donde se puede aprender bastante como se puede regular, establecer los controles necesarios para un orden de funcionamiento industrial y comercial, sin meterse en decirles a los empresarios como tiene que ser la tecnología o los sistemas.
Que fácil hubiera sido ponerse de acuerdo en unos parámetros y requisitos de cumplimiento de cada segmento o producto y compartirlo recíprocamente sin perder un ápice de la capacidad regulatoria de cada CCAA, y eso mismo es aplicable a los requisitos mínimos para ejercer la actividad, sin necesidad de duplicarlo en cada CCAA, pero es mas una voluntad política y de sentido común que de conocimiento.
Creo que todo este ejercicio, como demuestran los documentos de trabajo, solo demuestran la realidad de la dispersión regulatoria que es un reflejo del propio sistema, y mientras continúe el sistema seguirá esta adopción de “hechos diferenciales” sin otra base que la de quien así piensa.
Tanto por parte de las Administraciones responsables, como de las representaciones institucionales del sector, se hecha de menos una voluntad de hacer un verdadero análisis de los problemas y las soluciones para establecer una regulación adecuada que permita la vitalidad y libertad de la actividad de juego que permita su adaptación a la demanda y tecnologías cambiantes, que no tenga que ser revisada periódicamente excepto casos excepcionales.
La actividad de nuestros reguladores es muy decepcionante. Con los años solo parecen haberse especializado en hacer productos a la carta de intereses que no son generales.La propuesta de racionalización hecha por la DGOJ es una buena propuesta, que tiene el inconveniente de que hay previamente que hacer tabla rasa con lo anterior. Y nadie quiere bajarse de sus particulares machitos.
¿Y si el señor Carlos Hernández tuviera razón?. Todos coincidimos en que una de las razones del estancamiento y la paralización del sector tiene su origen en las asimetrías de las normativas autonómicas, luego no se entiende la falta de consensos y criterios unificadores.Creo sinceramente que nos estamos equivocando.Desgraciadamente, como dice Ortega, no se puede ser el bombero-torero si no se sabe hacer de estatua.
No puede tener razón un señor que hace una Ley o una Orden ( apuestas cruzadas ) para una sola empresa.Da qué pensar.
Las apuestas cruzadas son un nicho menor dentro de las distintas categorías de apuestas, y donde están reguladas no lo hacen para una empresa, si no para regular una actividad que existe, como las hípicas que también son algo menor.
Que da que pensar ?.. que fácil es decir cosas sin fundamento.
Habrá mas de un operador que las solicite, al tiempo.