Soberanía
El personal se me cabrea cuando digo que llevamos cuarenta años a hostia limpia…Tendrían razón si, al coger el rábano por las hojas, se coligiera que yo no creo en la amistad, el cariño o la solidaridad entre los miles de Profesionales que forman el Sector…Pero nada más lejos de la verdad…Yo mismo experimento en mis propias carnes ese tipo de relaciones que hacen más grandes a los hombres y enriquecen su existencia…Nunca he hablado de eso como un problema y, antes bien, considero que constituye nuestro más preciado tesoro sectorial…
El personal se me cabrea cuando digo que llevamos cuarenta años a hostia limpia…Tendrían razón si, al coger el rábano por las hojas, se coligiera que yo no creo en la amistad, el cariño o la solidaridad entre los miles de Profesionales que forman el Sector…Pero nada más lejos de la verdad…Yo mismo experimento en mis propias carnes ese tipo de relaciones que hacen más grandes a los hombres y enriquecen su existencia…Nunca he hablado de eso como un problema y, antes bien, considero que constituye nuestro más preciado tesoro sectorial…
Porque no es esa la cuestión que se critica, sino la transferencia de soberanía que el cuerpo sectorial ha consentido en su conjunto…¿ Son conscientes, esos miles de Profesionales, de que han entregado el poder popular que representan a una élites asociativas,fabriles u operadoras, que jamás han luchado por el interés general del Sector y de la Sociedad en la que convivimos ? ¿ Han valorado,en profundidad, las consecuencias que esta situación han tenido, tienen y tendrán en el normal desarrollo del Gremio ?…No estamos ante un problema de ingenuidad,como uno de nuestros lectores aseguró ayer, sino de eficacia empresarial y del valor añadido que nuestros quehaceres deberían aportar a todo el país…
Tampoco es un problema de sentimientos, sino más bien de comportamientos…No se juzgan los valores emocionales, sino los actos devastadores que pretender estar justificados por esos valores…Eticamente, no estoy en contra de la desigualdad…Las diferencias del poder económico o empresarial no son malas en sí mismas y son legítimas las aspiraciones personales y empresariales en alcanzar las grandezas de las alturas más inasequibles…Pero…, pero…, pero… Es INMORAL el mantenimiento de un sistema que impida la igualdad de oportunidades para alcanzar esos privilegiados paraísos…
Y esa inmoralidad que ignora, y hasta pisotea, la soberanía popular del Sector es sencillamente inaceptable… Las Hojas de Ruta de todos los Reguladores deberían consagrar estos principios de la igualdad de oportunidades y de servicio al interés general…Para que la Ética no se eternice en la tozuda y privilegiada filosofía de la costumbre, en la que hoy parece asentarse… Y no digo más, porque tendría que poner algún ejemplo y no está el patio como para significarse…Las cosas suelen contarse solas…Sólo hace falta saber mirar… ¿ Pasamos o no pasamos página ?…Ustedes mismos…Ustedes son soberanos…
¡Que grande eres y que grandes quieres que seamos nosotros!.Tú sí que eres la hostia, admirado Manolete.
Está muy bien, pero sigo pensando que el señor Ortega se equivoca porque nuestro Sector no es ni peor ni mejor que el resto de todos los sectores españoles, donde no manda ninguna soberanía sino las empresas más importantes, que por algo lo son.Si, como él suele decir, no cree en Dios pues parece mentira que sí crea en los Cuentos de Hadas.
Me parece muy bueno su comentario. Asumo la crítica, pero me reafirmo en mi posición.En el fondo, se trata de poner en práctica la lección del Mayo francés del 68 , para que “seamos razonables pidiendo lo imposible” Un saludo, amigo.
Veo que queremos subvertir el orden establecido y sin embargo llevamos toda la vida viviendo en él. No queremos abolir los privilegios, sino simplemente poseerlos….
Creo que el sector con la excusa de ser un sector especial (orden publico, etc…) lleva toda su vida tutelado por leyes intervencionistas, sujeto a planificación y con diques que han impedido una competencia como ocurre en otros sectores, y que ha enriquecido a muchos que no lo merecian.
Hay muchas editoriales y postureos y veo que todo sigue igual: endogamia, peloteo a la administración (en ferias y eventos…), luchas intestinas, y nulo deseo de unidad o de crear un sector fuerte.
No hay engaño ni dejadez en esa transferencia de soberanía de la que habla Ortega, sobre todo lo que hay es mucha COMODIDAD.
Mi admirado señor Ortega, sé muy bien de lo que habla y naturalmente lo comparto en gran medida. En todos los Sectores empresariales la competencia es dura y habitualmente los buques insignia sectoriales marcan el rumbo a seguir en todos ellos, más si cabe en los Sectores hiperregulados como el nuestro. Pero en lo que concierne al Juego, para mí no existe lo que usted llama soberanía popular del Sector. Los tahúres y ventajistas forman parte del espectáculo. En realidad cuestiones tan esenciales en cualquier otro Sector empresarial, como la unidad de mercado, que pasa por una regulación esencialmente igual para todos, en el fondo no interesa a los más poderosos. Los débiles siempre se han asociado para defenderse de los fuertes y estos al final han tomado el control de sus asociaciones, porque los débiles nunca tuvieron vocación de fundirse y hacerse grandes de verdad, eso sí, renunciando en gran medida a su libertad. Y los grandes siempre tendrán vocación oligopolista, como no podría ser de otra forma. Por eso nunca van a ir de la mano con los pequeños, salvo cuando puntualmente sirve a sus intereses. Luego ya se darán de hostias entre ellos, eso sí, con cariño, con mucho cariño, como camaradas… El cambio jamás emanará del Sector, señor Ortega, y así seguirá por los siglos de los siglos, mientras tanto el mercado se irá autorregulando y renovando sus élites empresariales.