El canto de la gallina

Totalmente de acuerdo Manolo, pero no crees que todo estas “peleas” dentro del propio sector son producto de la disparidad y a veces hasta incomprensibles diferencias de normas entre subsectores?
¿caemos en la trampa?
Nos peleamos entre nosotros y… selae,once y otros
a por nuestro pastel.
Recomiendo el siguiente libro a nuestros colegas de sector : Quien se ha llevado mi queso, de Spencer Johnson, un clasico, pero que puede que sea el momento de releerlo ….
Un abrazo

Hoy sí que te has centrado Ortega y además tienes razón al visualizar un peligro que es cierto.

Llevamos 40 años a tortas entre nosotros mientras la SELAE y la ONCE nos van robando poco a poco el pan en nuestra propia boca.

El paso del tiempo te está convirtiendo en hombre sabio, querido Ortega.Hoy lo has demostrado al advertir de un peligro real.

el único sector que está plantando cara al juego público son las apuestas. por algo será!

Continuación al comentario 5:
que se las quieren quedar!

Hay un poco de todo y no es tanto por la disparidad normativa como por los disparates normativos que nosotros mismos propiciamos o consentimos…No acabamos de entender bien las bondades de la libre competencia y hemos trasladado esta actitud a los Reguladores, algunos de los cuales acaban siendo más sensibles a la “presión” que a la “reflexión”…En fin, que no quiero escribir otro Editorial aquí…Un saludo,Pepe…y ya me dirás quién eres…

Perfecto don Ortega. Hoy me ha gustado mucho la editorial porque es así como se contribuye a que el sector sea cada vez mejor, más seguro de sí mismo y más profesional. Enhorabuena.

Imagino que de forma deliberada porque no tienes un pelo de tonto, pero te has quedado corto. El peligro es mucho más grande de lo que tan acertadamente refleja el editorial y la clave está en esos hangares de las nuevas tecnologías que se citan. ¿ Alguien se imagina lo que podría hacer la Selae si instalara terminales de sus juegos en los bares y los publicitara con sus inagotables millones de euros ?

¡ joder, joder, joder !

Muy cierto el editorial y los comentarios. Mucho tenemos que trabajar, sobre todo cuando SELAE cuenta con un arma de valor incalculable: son los dueños de las rotativas del Boletín Oficial del Estado. Regulador y operador dos en uno, así es más fácil.

Y otra cosa ¿cuándo nos dejarán a nosotros utilizar tarjetas de débito/crédito para jugar?. En el online no es que sea opcional, es que es necesario, y ahora también dejan pagar a los loteros, lógico y normal. TODO SE PAGA CON TARJETA HOY EN DÍA.

Ortega, si sabes más de todo esto deberías contarlo. Parece demasiada casualidad de que unas horas después aparezca la noticia de las tarjetas de crédito. ¿es realmente una casualidad o tienes más información ?

Me sorprende que esta redacción ataque sin contemplación al sector de las loterías españolas (sí, son un maléfico monopolio) y se rinda al sector de las tragaperras (sobretodo comprobando entre las 2 cuál, de largo, genera más ludopatía en la sociedad).
Un saludo.

No se atacan a las loterías, sino a los privilegios que tienen y a los directivos que las controlan. Respecto a las ludopatías, las hay de todos los tipos y, como ya se dijo en un reciente programa de rtve, la gente no se hace ludópata POR el juego, sino CON el juego ( Ortega dixit )

Todos los monopolios juegan con ventaja, que significa ejercicio exclusivo de una actividad con lo de dominio e influencia que ello supone.

Las loterías de SELAE y los sorteos de la ONCE, ya tienen poco que ver con las loterías como siempre se han entendido, que no era mas que jugar a un número determinado que se sometía a un sorteo semanal o periódico, según estuviera establecido.

El problema añadido de un monopolio es cuando se incorporan, como en este caso, juegos que ya no tienen nada que ver con las clásicas loterías, ofreciendo sorteos de resultado inmediato basado en la misma aleatoriedad matemática que otros juegos de azar de lire concurrencia, o sea aquellos que se pueden ofrecer por entidades privadas en base a una licencia abierta.

La gran diferencia es que los que compiten desde el ámbito privado han de hacerlo sin poder concurrir con los mismos juegos, ventajas comerciales, fiscales, publicidad y protección estatal, que no bendición de la actividad.

La liberalización de los juegos de loterías y “asimilados”, como sucede en el caso de Italia, permite a entidades varias privadas concurrir a un concurso para la conseguir la concesión de la distribución de estos juegos a través de sus locales físicos o webs, dejando a un lado la actividad monopolística al uso, aunque al final no deja de ser una extensión del monopolio pero a través de una concesión mediante concurso público.

La perversión del origen del monopolio, centrado originalmente en un producto de lotería muy concreto, hace que el monopolio incurra en competencia desleal al ofrecer productos cuyas características se asimilan a los que los empresarios de juego privado ofrecen en condiciones, requisitos y obligaciones muy distintas al monopolio.

En muchos mercados y especialmente por operadores de juego online, ( y en el Reino Unido en algunas terminales de juego), se están incorporando muchos de los productos de resultado instantáneo que se asimilan a “loterías”, como una forma de ofrecer un producto para el que hay demanda.

Es evidente que tanto SELAE como ONCE, con especial énfasis en esta última, han incorporado productos que distan mucho de aquellos que fueron el origen de su concesión, precisamente porque están tratando de ocupar espacios de la demanda distintos y que de manera directa afectan a otras actividades de juego que no pueden competir en las mismas condiciones.

Por desgracia, los Estados, como formula de eliminar el monopolio, abren un concurso para otorgar la concesión a una o mas empresas privadas, lo que les “homologa” estéticamente, pero no elimina el factor de competencia desleal que supone que “uno” o “mas de uno” pueda ofrecer un producto en exclusiva y con privilegios importantes en comparación con otras empresas dentro de un mismos sector.

Creo que hay campo para desarrollar productos asimilados por parte de empresas de juego privado, pero nunca podrán tener el mismo nivel de competencia que un monopolio o concesionario de éste.

A mí personalmente me parecería mucho más preocupante que en España las ventas de máquinas tragaperras crecieran lo que han crecido las loterías, básicamente (y me remito a lo anterior) porque las loterías apenas generan adicción (la mayor parte de sus ventas es por la lotería pasiva, y está demostrado que dada su baja frecuencia de sorteos ésta genera menos ludopatía) mientras que las tragaperras dada su condición, un trecho más.
Yo tampoco defiendo a directivos de loterías, la diferencia es que yo no defiendo a ninguno por los 2 lados.