Contubernio
El principio del fin ha comenzado…Las papilas gustativas de la economía extractiva son cada vez más grandes y eficaces en la inmensa lengua sectorial…Inundan la boca con una saliva que desgasta y diluye el principio de libertad que nos hizo nacer…Ya no se trata de mirar al futuro, sino de fortalecer artificialmente un presente en el que los derechos adquiridos constituyen la única bandera por la que somos capaces de luchar …O sea, que ya no defendemos el Juego, ni la libertad civil sobre la que debería asentarse, sino única y exclusivamente nuestro propio patrimonio…Es, sin duda, un planteamiento tan humano como comprensible…pero no es lógico, ni tampoco adecuado al normal desarrollo de la sociedad del ocio que nos ha tocado vivir…
El principio del fin ha comenzado…Las papilas gustativas de la economía extractiva son cada vez más grandes y eficaces en la inmensa lengua sectorial…Inundan la boca con una saliva que desgasta y diluye el principio de libertad que nos hizo nacer…Ya no se trata de mirar al futuro, sino de fortalecer artificialmente un presente en el que los derechos adquiridos constituyen la única bandera por la que somos capaces de luchar …O sea, que ya no defendemos el Juego, ni la libertad civil sobre la que debería asentarse, sino única y exclusivamente nuestro propio patrimonio…Es, sin duda, un planteamiento tan humano como comprensible…pero no es lógico, ni tampoco adecuado al normal desarrollo de la sociedad del ocio que nos ha tocado vivir…
Cierto, que la mayoría de los Reguladores lo aplauden con las orejas…Cierto, que la mayoría de las Asociaciones Empresariales procuran hacerlo valer…Cierto, que los ludópatas están encantados con la rendida asunción a sus reivindicaciones…Cierto, que los Parlamentos Autonómicos se sienten muy felices aprobando los textos represivos que les hacen llegar…Cierto, que los clientes todavía no se han organizado contra la normalización de esta ignominia…Cierto, muy cierto…
…y en el trono de la demagogia, el inacabado concepto eufemístico de Juego Responsable…Sí, sí…ese concepto que cubre las espaldas de Autoridades… esas mismas espaldas por las que resbala una auténtica moralidad que no puede impedir convertirlas en autoritarias…Existe, pues, una dialéctica inversa…un diabólico proceso en el que se cede soberanía a cambio de un plato de lentejas cocinadas con el carbón de la cobardía…
Ustedes perdonen, pero es que se me recalientan los bajos y me abrasan las resonancias internas de lo que estoy viendo venir…Estamos siendo lentamente devorados por las consecuencia de lo que, a mi juicio, es un inequívoco contubernio…Vivimos voluntariamente sometidos, apresados, encadenados… a una cohabitación ilícita, que ya ha dejado de lado a los clientes…Y no les estamos dando una buena opción…Si esto sigue así, se acabarán organizando, o cambiarán de actividad para disfrutar su ocio…¡ Ojo, que podemos morir atragantados por nuestra propia saliva !…He dicho.
Bien visto, Ortega. Tan triste y real como la vida misma.
Tú mismo lo has dicho: es humano y comprensible. No le des más vueltas.
¿ Y QUÉ ?. ¿ TENEMOS O NO TENEMOS DERECHO ?
No es que vaya a comparar lo que ocurre con el terrorismo y con el juego. Pero para prevenir los peligros del terrorismo se empieza a tolerar socialmente cualquier cosa, desde registros a las personas en los aeropuertos que hubieran parecido intolerables antes, como quitarse los zapatos, hasta leyes de “la patada en la puerta”. Y para prevenir los supuestos peligros del juego tambien hay politicos para los que parece que todo vale. Y yo me acuerdo de lo que dijo nada menos que un presidente americano, Benjamín Franklin: “Quien para preservar su seguridad permita que le recorten su libertad, acabará no teniendo ni libertad ni seguridad” Porque el famoso Juego REsponsable ya nos está haciendo quitarnos los zapatos y vamos a ver si no nos da la patada en la puerta.