CODERE y el Capital Intelectual
CODERE nació en 1981 con veinticinco máquinas que pusieron los hermanos Franco, otras veinticinco que aportó Martínez Hidalgo y un Presidente que todavía estaba haciendo la mili. En estos 32 años transcurridos desde entonces, han cambiado muchas cosas.
CODERE nació en 1981 con veinticinco máquinas que pusieron los hermanos Franco, otras veinticinco que aportó Martínez Hidalgo y un Presidente que todavía estaba haciendo la mili. En estos 32 años transcurridos desde entonces, han cambiado muchas cosas.
Esas cincuenta primeras máquinas se han convertido en un imperio que factura en el mundo 1.663,9 millones de euros con un Ebitda de 305,2 millones de euros. Sin duda estos datos evidencian una gran transformación de aquella modesta empresa, pero si hay algo que ha permanecido invariable con el paso del tiempo ha sido su apuesta por el talento y la competencia en un Sector que, paradójicamente, siempre se ha movido manejando otros parámetros.
A nadie se le oculta que pertenecemos, y yo el primero, a un gremio de listillos que prima el carisma, la lealtad e incluso la actitud “chanchullera” antes que el verdadero talento. CODERE, también y sobre todo en esto, marca diferencias con sus colegas y competidores comerciales.
Como padre, amigo de José Antonio y hombre que vive del Sector, siento un indisimulado orgullo por el sobresaliente estudio que ha realizado mi hijo Jonás en su calidad de economista. Sin necesidad de haber cruzado una sola palabra ni con CODERE ni conmigo y únicamente utilizando el método científico y el enorme caudal de datos públicos que ofrece el Grupo, ha encontrado “elementos suficientes en CODERE para determinar su predilección real por el trato del capital intelectual como acción que incide en la creación de valor de la Compañía”.
Recomendamos pues, la atenta lectura del Informe que publicamos en las últimas páginas de la presente edición de AZAR. Son muchos los caminos que un empresario debe recorrer para alcanzar sus metas y la búsqueda del capital intelectual debería ser sin excepción uno de ellos. Ha llegado la hora de que el Sector comience a reconocer algunos de sus más importantes intangibles.
(Publicado en el número 333 de la Revista AZAR marzo 2013)
Creo que efectivamente es reconfortante encontrar estos ejemplos de humanidad y bien hacer, pero sobre todo de señalar un camino dentro de una natividad y de una industria que carece generalmente de auto estima.
El anonimato me permite, que conociendo la casa desde dentro, puedo afirmar que efectivamente Codere es un inmenso banco bueno de capital humano, y todo ello tiene que ver con el ejemplo que muestran sus impulsores, cuya visión y humanidad les viene de unos padres ejemplares, a los que conocí en momentos de menos notoriedad y ambos dejaron en mi un legado de como me gustaría ser a mi cuando sea mayor, y poder trasladar esos valores a mis hijos….
Mas allá del estudio, la realidad lo supera, y no necesito pelotear a nadie porque, además, no soy empleado de la empresa.
Mi admiración y respeto se ha transmitido de padres a los hijos y nietos de los progenitores principales de la saga.
Jose Antonio Martinez es el empresario más respetado del sector y el garante del mejor y más límpio sentido del juego. Debería pasear su carisma en los actos sectoriales y no sólo en los propios de Codere y su Fundación. Necesitamos escuchar con frecuencia voces tan autorizadas como la suya.