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Dios y Juego

Stephen Hawking ha declarado a “El Mundo” que “No hay ningún Dios“… Yo, que también soy ateo, estoy en condiciones de aportar pruebas empíricas a la afirmación de la mente más brillante de nuestro tiempo… La Ley de Juego del Estado y el Oligopolio de los Casinos de España, constituyen la mejor demostración científica de la inexistencia de un ser supremo omnipotente y dotado de una perfecta bondad… Esta omnibenevolencia, con sus correspondientes estructuras de moralidad y decencia, resulta incompatible con el principio político del “mamoneo” que dio lugar a la génesis imparable de aquellas inmundicias…

Stephen Hawking ha declarado a “El Mundo” que “No hay ningún Dios”… Yo, que también soy ateo, estoy en condiciones de aportar pruebas empíricas a la afirmación de la mente más brillante de nuestro tiempo… La Ley de Juego del Estado y el Oligopolio de los Casinos de España, constituyen la mejor demostración científica de la inexistencia de un ser supremo omnipotente y dotado de una perfecta bondad… Esta omnibenevolencia, con sus correspondientes estructuras de moralidad y decencia, resulta incompatible con el principio político del “mamoneo” que dio lugar a la génesis imparable de aquellas inmundicias…

Con esa Ley en la mano, ahora se pretende burlar las otras leyes del Estado para hacer un traje a la medida de quienes no están acostumbrados al económico pret a porter Autonómico… En esto del Juego siempre han existido las Sastrerías de lujo por encargo… para quien pudiera pagarlas, claro… Quizá por eso, los Online son los más elegantes del Universo lúdico… Sedas y hechuras de la mejor factura, para estos personajes que confían en Montoro y sus compinches, pongo por ejemplo… Americanas de fantasía, Chalecos antibala y Pantalones de doble carga, serán las misiones más demandadas… Un buen sastre siempre sabe resaltar la idiotez crónico-icónica de sus clientes, el origen de su fortuna y el desmesurado tamaño de sus gónadas masculinas… tras la que siempre aparece la Viagra gubernamental o el Palco del Bernabeu…

En el Oligopolio de los Casinitos patrios la cosa no llega a tanto, pero tiene su perendengue… A ver si ahora, que José González Fuentes posee el 25% exacto de los Establecimientos de la Asociación Española esa de Casinos de Juego, la cosa cambia y se endereza la torcida línea de su turbadora historia… La otra noche le pregunté a Escolano (otros vendrán que bueno me harán) por su sucesor y me respondió con una de esas sonrisas suyas que, sin decir nada, están dando a entender todo… Y mientras el señor Suqué hijo reflexiona en su individualidad privativa ajena a sus Presidencias, yo no paro de hacerme cruces sobre los juegos malabares inherentes a la naturaleza de las cosas… Ahora resulta que ¡Monte Picayo era una Sala anexa del Casino de Valencia!… o sea como lo del huevo y la gallina… Hay que reconocer que Joaquim Agut se parece cada día más a George Soros… Tanto por su inmensa capacidad para generar recursos, como por sus asombrosos conocimientos filosóficos… Verdaderamente, es para quitarse el sombrero…

Y ya, con la testa descubierta, a seguir con lo mío que es mirar permanentemente al cielo esperando la llegada de los luceros…

PD/ La encantadora Isabelita Rodriguez, me ha dicho que a ella y a su madre (el mejor ADN con denominación de origen) les gusta mucho como escribo pero que, a veces, no me entiende muy bien… Tranquilidad, que a mí me pasa lo mismo…Seguramente, y vuelvo a Soros, porque inconscientemente espero despertar una mañana para comprobar que soy incapaz de entender lo escrito en la noche anterior… Según cuenta él mismo, eso le pasó a don George y se dejó de filosofías para hacerse multimillonario… un estado y una ocupación para la que tampoco hace falta creer en Dios…

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NOVOMATIC

7 Comentarios

  1. La llegada de los luceros, que no te lucen nada. Así estamos todos, viendo como sólo hacen negocio los que ya son ricos o vienen del extranjero para enseñar a los paletos españoles el sabroso negocio online, aprovechando que las autoridades parecen que sólo tienen ojos para ellos. Hawking y Ortega tienen razón : Dios no existe o por lo menos no se ocupa para nada del juego.

  2. El éxito de la futura concesión del casino de Vigo no es de EGASA, sino de la Comunidad de Madrid que le regaló a Collazo el casino de Gran Vía. Después de eso ya no pudo seguir oponiéndose a que sucediera lo mismo en Galicia.

  3. Yo sí que creo en Dios, pero comparto al cien por cien el artículo de Ortega porque en nuestro sector la indecencia es la madre de la ciencia. Hace muy bien en denunciar lo que él llama trajes a medida.

  4. Por lo leído hoy sobre México, resulta muy triste que tras cuarenta años de juego legal en España países así nos den lecciones de como se hacen bien las cosas para los empresarios.

  5. Dios existe porque en nuestro mundo se producen milagros: Monte Picayo, por ejemplo.
    Ya sabemos que el comportamiento del sector es siempre correcto y casi angelical y, por lo tanto, a su comportamiento no se le debe atribuir nada malo. El ejemplo de Soros no sirve: en el libro “maldito”de la Fundación Codere (que, naturalmente, se puede comprar en cualquier librería) se contenía una información pasada que produjo la indignación de la cúpula y la excomunión de los autores.
    Nada mejor para seguir siendo felices que ignorar la realidad

  6. De acuerdo con “Escéptico”… Dios existe y debe ir vestido de “blanco” y si no, que se lo digan a los lobbies del juego on line. En el famoso palco no exigen ir de blanco pero si se exige representar unos intereses económicos determinados.
    Sobre este asunto el libro citado de la Fundación Codere hace unas reflexiones relevantes en su último capítulo.

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