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El Cuento de una noche de Verano

No creo que prospere, pero da qué pensar. La iniciativa de los funcionarios del Hospital Severo Ochoa de no comprar ni Lotería de Navidad, ni de El Niño, es una propuesta interesante contra el Poder Ejecutivo de un Estado, cuyas medidas parecen sólo encaminadas a incrementar el sufrimiento del pueblo. Dos millones de funcionarios más sus personas cercanas solidarias, pueden representar una fuerza social, económica y política descomunal. Ocho o diez millones de ciudadanos con un objetivo común e innegociable, no son “moco de pavo” a la hora de valorar sus consecuencias…

No creo que prospere, pero da qué pensar. La iniciativa de los funcionarios del Hospital Severo Ochoa de no comprar ni Lotería de Navidad, ni de El Niño, es una propuesta interesante contra el Poder Ejecutivo de un Estado, cuyas medidas parecen sólo encaminadas a incrementar el sufrimiento del pueblo. Dos millones de funcionarios más sus personas cercanas solidarias, pueden representar una fuerza social, económica y política descomunal. Ocho o diez millones de ciudadanos con un objetivo común e innegociable, no son “moco de pavo” a la hora de valorar sus consecuencias.

Pero, insisto, no creo que prospere. No somos una Nación con demostrada capacidad para vertebrar intereses comunes. De haberlo sido, alguna ministrita de Zapatero habría terminado metiéndose por el culo la ley del tabaco que, dicho sea de paso, es el lugar ideal en el que deberían haber terminado otras muchas iniciativas de semejante calado.

¡Y que no me vengan con cuentos! Como Celaya, me sé todos los cuentos. Cierto que no es fácil armonizar Ciencia y Salud Pública, Libertad y Economía, pero hoy sabemos que el ejercicio del Poder no se activa exclusivamente en la búsqueda del interés general. Antes bien, todo el mundo tiene clara la incuestionable prioridad electoral a la hora de la toma de decisiones. El Gallo sufragista no es pregonero del Sol de la mañana Nacional, sino de un insufrible claroscuro que nos afecta desigualmente a todos los españoles.

Se trata de un contexto complejo y cambiante, heterogéneo en su naturaleza y caprichoso en su dinámica. Tenemos que convencernos de nuestra capacidad de transformación individual, empresarial o colectiva. Un Sector que genera importantes recursos económicos a más de 200.000 bares y cafeterías, no puede tener el brazo encogido a la hora de plantarle cara al Gobierno. Estructuralmente hablando, podríamos ser una formidable maquinaría electoral organizada para conseguir nuestros legítimos fines.

Entre otras cosas quiero decir que, si yo tuviera alguna responsabilidad institucional en el Sector, aprovecharía la ocasión para apoyar iniciativas como la del Hospital Severo Ochoa. Por ejemplo, llenaría de pasquines los bares intentando convencer a sus millones de clientes de que la próxima Navidad no compraran Lotería. Sería fascinante poder estudiar una experiencia así… Y podría ser la base de otras muchas cosas… Pero…

Pero sólo tenemos doscientos o trescientos Presidentes, doscientos o trescientos Secretarios Generales y miles de Empresas que quieren estar sin que se les note… Es mucho más sencillo organizar un Congresito o una Exposición para que la señorita Pepis corte la cinta regional, que el inmenso trabajo que significaría abordar de verdad la defensa del Sector. Demasiados quehaceres para un mismo sueldo, deben pensar… Y además, trabajando en serio se sale menos en las fotos… Verdaderamente, la sarna pica menos cuando se hace con gusto. Tenemos lo que nos merecemos. De modo que, asumo mi papel marchándome a la playa y al golf a ver si me disminuye la erección neuronal que es, por otra parte, la única que le queda a mi decrépita humanidad.

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NOVOMATIC

6 Comentarios

  1. Creo que todos los españoles, militantes del PSOE incluidos, pronto nos dimos cuenta de que Zapatero era el gobernante más inútil e incompetente que había tenido nuestra democracia. Ahora empezamos a estremecernos ante el barrunto de que Rajoy podría hacerle bueno y puede que la iniciativa de los funcionarios del Hospital Severo Ochoa sea sólo una más de las que empiecen a surgir por doquier. Ortega lleva mucho tiempo fustigando la pasividad y “el silencio de los corderos” de nuestro Sector camino del matadero, pero me temo que pedir que se le pegue una patada al Estado en el culo de la Lotería de Navidad es ir a romperse el pie. Con esa honda David no se carga a Goliat.

  2. Claro que no se conseguirá gran cosa con no comprar Lotería. Ya dice Ortega que no prosperará, pero hace bien en fustigar estas iniciativas porque son experiencias para acciones más importantes. Me ha gustado mucho la posible vinculación electoral a la situación de nuestro sector, Creo que es un camino no explorado, pero muy interesante para intentarlo.

  3. morder la mano que te da de comer:
    Parece que a estas alturas de la fiesta hay mucha gente que aún no se ha enterado. la música se paró ,la barra se cerró y ahora toca pagar la fiesta.
    hay gente o colectivos que parecen no entender que los derechos son sustentados con recursos, y si ellos son los primeros en propiciar un recorte de los ingresos que financian su gasto…¿cómo le vamos a pagar? porque esto lo pagamos entre todos.
    por supuesto que coincido que hay que poner orden en la casa , reducir instituciones, competencias cargos , etc.. en España hay 8.111 ayuntamientos, más de 6.000 no llegan a 5.000 habitantes, es decir menos que el número de clientes de por ejemplo un gimnasio medio-grande de una ciudad mediana de España. ¿no deberíamos de empezar por ahí y por pagar buenos sueldos a los muchos menos alcaldes que quedasen para para que contemos con gestores profesionales ?…
    creo que no se puede criticar por moda a quien le tocó bailar con la más fea y que ha tenido que escoger entre opciones malas y peores, a nosotros mismos nos pasa en nuestras empresas, no siempre podemos hacer lo que nos gustaría. y es precisamente el no tomar, o haber tomado, esas decisiones a tiempo lo que nos puede llevar o ha llevado ya a la ruina o cierre, como en nuestras empresas o familias.
    y lo ,mismo reza para el sector, la falta de orgullo de pertenencia , de conciencia de nuestras fortalezas, nos hace débiles.
    mientras cada uno de nosotros no asumamos nuestro valor como empresarios que aportamos riqueza al país y tengamos claro a donde queremos llegar poco podremos conseguir

  4. Muy bueno el comentario, Abelardo. Me ha gustado mucho lo de ” la falta de orgullo de pertenencia “. En la primera oportunidad que tenga, escribiré sobre eso. Un abrazo.

  5. Alguien a pensado en las familias trabajadoras que se verían afectadas con medidas de ese tipo, o alguien piensa que eso solo perjudicaría al gobierno, vamos a ver si echamos algo de sentido común coño¡¡ o nos lanzamos todos como el Sr Gordillo a la calle y que cada uno coja lo que quiera, vamos que al funcionario que me conteste la próxima vez de manera que no me parezca adecuada estaré licitado para darle un estacazo no? pues eso

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