Galimatías

Tres eran tres, las hijas de Elena. Tres eran tres y ninguna era buena… Vivimos un cierto galimatías mediático con la cosa lúdica que sólo puede perjudicarnos. Confusión, desorden, lío con el que se estructura la impropiedad de un lenguaje que, debiendo ser clarificador, resulta oscuro e incomprensible. Icónico o verbalizado, también estamos en mano de comunicadores ocasionales que abandonan su natural magisterio de inanición para mostrarse como maestros churreros en el arte de la información confusa para el personal…

Tres eran tres, las hijas de Elena. Tres eran tres y ninguna era buena… Vivimos un cierto galimatías mediático con la cosa lúdica que sólo puede perjudicarnos. Confusión, desorden, lío con el que se estructura la impropiedad de un lenguaje que, debiendo ser clarificador, resulta oscuro e incomprensible. Icónico o verbalizado, también estamos en mano de comunicadores ocasionales que abandonan su natural magisterio de inanición para mostrarse como maestros churreros en el arte de la información confusa para el personal…

Como tengo a gala ser uno de ellos, diré en mi defensa que me ampara el sentido cómico de la existencia humana. En el zurrón de carcajadas que me ha de acompañar al otro mundo, hay algunas impagables que hacen referencia a ciertos usos y costumbres sectoriales. Por ejemplo, ahora se está poniendo de moda la palabra ExpoCongreso, a la que yo considero un eufemismo propio de quienes quieren sacar tajada que añadir a la habitual que suelen llevar puesta y universalmente reconocida.

Pero están en su derecho. También está desbarrando Adelson que es el Rey de Reyes del asunto jugativo. Lo único que les faltaba a los ludópatas es que el dueño de EuroVegas asegure que el Póquer es un cáncer porque, Dios mediante, acabaremos siendo informados de los nuevos tratamientos oncológicos para el Juego…

… A lo mejor el primer paciente es Urdangarín, a quien se le ha visto jugar en un Casino Vip de esos que hay en Londres, a los que te puedes llevar a tu churry circunstancial sin que la casa te haga una foto como pasa en Barcelona… Pero eso es lo de menos. Lo importante es que te lleves la pasta cruda de la real españolidad y la gastes en las humedades aleatorias del extranjero… Hay mucho de tradición borbónica en estos asuntos.

De modo que nada que objetar. En el fondo, servidor es un inadaptado incapaz, pongo por caso, de pasar del primer folio de la Sentencia del Supremo que le ha dejado a RETA sin licencia operativa en el País Vasco…o de comprender por qué no se hacen públicas otras Sentencias ya existentes…

Refuerzo pues mi primera impresión sobre el galimatías que nos rodea y me pongo a buscar documentación sobre los Niños de San Ildefonso haciendo el saludo fascista antes de comenzar el Sorteo de Navidad de postguerra. Un amable lector me ha tachado de mentiroso y eso sólo lo puedo consentir y reconocer si se refiere al sexo. ¡Jesús, qué cruz!