Juan Lao

 Siempre le recordaré paseando por la Carihuela, junto a su padre y su hermano, en aquellos tiempos de felicidad expansiva del Sector… Las partidas a cinco duros y las tres máquinas por bar, habían catapultado a unos profesionales que comenzaban a exhibir sus verdaderas señas de identidad… Y Juan Lao ya estaba allí… Treinta y tres años más joven, apenas un chaval, con la memoria todavía cercana a la Maestría Industrial, al Bar de Egara, a los abusos de un universo patrio dominado por la feroz Dictadura… Con los ojos aún soñolientos, tras la larga noche de la libertad… Y Juan Lao ya estaba allí… Construyendo, reparando,vendiendo, trasladando y explotando máquinas de juego… En aquella España nueva que superó las cuatrocientas mil “B”, que terminó con los Boletos clandestinos y rompió todos los registros imaginables en la creación de una nueva actividad sectorial…
Siempre le recordaré paseando por la Carihuela, junto a su padre y su hermano, en aquellos tiempos de felicidad expansiva del Sector… Las partidas a cinco duros y las tres máquinas por bar, habían catapultado a unos profesionales que comenzaban a exhibir sus verdaderas señas de identidad… Y Juan Lao ya estaba allí… Treinta y tres años más joven, apenas un chaval, con la memoria todavía cercana a la Maestría Industrial, al Bar de Egara, a los abusos de un universo patrio dominado por la feroz Dictadura… Con los ojos aún soñolientos, tras la larga noche de la libertad… Y Juan Lao ya estaba allí… Construyendo, reparando,vendiendo, trasladando y explotando máquinas de juego… En aquella España nueva que superó las cuatrocientas mil “B”, que terminó con los Boletos clandestinos y rompió todos los registros imaginables en la creación de una nueva actividad sectorial…

Y Juan Lao ya estaba allí… Cuando se estaban formando las primeras Comunidades Autónomas, cuando no había leyes de Juego, ni Internet, ni casi ordenadores…ni casi impuestos…Ay,Ay, que se pagaban 36 euros de Tasa Fiscal… Cien veces menos que ahora, con Comunidades, con Ley del Juego, con Internet y con ordenadores que todo lo saben… Ay, Ay… ayes de nostalgia que, sin embargo, nunca han frenado su camino… Juan Lao ya estaba allí y sigue estando aquí…jamás ha renunciado a esa vocación de progreso personal y empresarial…Lo hizo en 1997 al salir por la puerta de CIRSA tras un abrazo de hermandad con Manolo y un compromiso consigo mismo… Lo hizo al crear la Corporación CONEI, al invertir en Arte, Inmobiliarias, Acuicultura y, sobre todo, en Juego…Lo hizo al levantar de la nada una joya llamada GiGames…

Siempre ha estado entre nosotros…A él debemos el Vídeo…Se hablaba de ” Máquinas con Señal de Vídeo “ como ahora se dice ” Máquinas Basadas en Servidor “… Juan Lao tuvo que echar mucho coraje y demostrar mucha valentía en su lucha contra un “Aparato”, un “Sistema” que frenaba el futuro y que, finalmente, se rindió ante su perseverancia y su carisma…Le debemos el vídeo y esa visión con la que el tiempo le ha dado la razón…

Ayer, en la madrileña Estación de Atocha, también estuvo entre nosotros y con nosotros…Se le veía feliz, entre amigos, con risas y recuerdos, con esperanzas y convicciones… ” Este Sector envenena…tiene algo especial “ nos dijo en la comida… “ Este Sector son sus hombres y sus mujeres “ pensé yo… Máquinas, Leyes, Reglamentos,Recaudaciones,Tecnologías, Aparatos,Impuestos…no son nada frente al hálito humano que lo alimenta… Ese soplo suave y resistente… apasionado y apacible… conservador y disruptivo… de quienes siempre hemos querido estar aquí…Él, Juan Lao, que siempre estuvo entre nosotros y con nosotros, es uno de los pocos Lobos Alfa de la desigual Manada…Una Manada que, treinta y tres años después, todavía sigue lanzando aullidos por el progreso y la libertad…Gracias, Juan.