Ya no parece haber fronteras para el Juego Público, sin requerir ningún tipo de control de acceso para su venta, ni límite de emplazamiento
La ONCE se suma a SELAE y “reparte suerte” también en hospitales
AZARplus
Si hoy mismo informamos a nuestros lectores de que la Lotería de Navidad también se puede encontrar en lugares santos como iglesias, la Once no quiere quedarse atrás, y los emplazamientos donde podemos encontrar sus adictivos Rascas son realmente variados, y por supuesto siempre sin ningún tipo de control, llegando a posicionarse incluso frente a las puertas de los colegios.
En esta ocasión, la Once ha montado su “chiringuito” nada menos que en un hospital, concretamente en el Hospital Virgen del Camino, en Pamplona. Pero no lo ha hecho cerca de sus puertas, o siquiera frente a ellas, si no que, como se puede apreciar en la imagen, ha montado su “puesto de venta” dentro del hospital, en la misma entrada, para que nadie que acuda (o salga) se quede sin la duda de “¿y si tentamos a la suerte?”.
Iglesias, hospitales, colegios, centros sociales, gasolineras, estancos, bares, quioscos, estaciones de tren… Cualquier lugar es válido para el Juego Público (el “bueno”, como parece querer señalar el Ministro Garzón), sin que exista ningún tipo de control para los grupos vulnerables, mientras el Juego privado es vilipendiado por el Ministro, cuando incluye todo tipo de controles de acceso, pese a contar con una prevalencia de Juego mucho menor que la Lotería o los Rascas, como muestran los informes del propio Ministerio de Sanidad.
VER AZARplus DE HOY.- La Iglesia, ¿un nuevo canal mixto de SELAE?
VER AZARplus 04/11/21.- ¡QUÉ VERGÜENZA!… ¡ASÍ VENDE LA ONCE SUS RASCAS EN LA PUERTA DE UN COLEGIO!
Desde que vivo en Madrid, veo cada vez que voy a un vendedor de la ONCE dentro del hall de la Fundación Jiménez Díaz “repartiendo suerte” con total impunidad
En el Hospital de Alcorcón hay un puesto dentro y así muchos más por toda España pero no he visto más que denuncias de la prensa pero judiciales de las Empresas ni una.
Y el pobre chaval trabajando con el brazo escayolado en vez de estar guardando reposo, manda cojones.