¿La última calada?

A mi juicio, la información principal que publica hoy el prestigioso diario económico, “El Economista” no hay que interpretarla como definitiva, sino más bien como estrategia de presión hacia el Poder. Ha sido mucha la contribución que esta publicación ha ofrecido a los legítimos intereses del Sector del Juego y, o mucho me equivoco, o estamos ante otro caso más de inteligencia periodística que nos defiende ante la disyuntiva política de congelar o dar vía libre a una reforma de la Ley del Tabaco…

En toda la prensa, generalista o profesional, siempre hay dos caminos claros de funcionamiento. Los que van “chupando rueda” y los que de verdad se “ pringan” en su línea editorial de inequívoca defensa del interés general nacional o sectorial, que viene a ser lo mismo. Unos que emiten señales de humo para que la Opinión Pública comience a ver dónde está el fuego, cuando todavía se puede apagar y otros que sólo informan de la catástrofe de un incendio que ni vieron, ni olieron, ni entendieron que venía. Eso es lo malo de “ cortar y pegar” todo lo que se escribe como, por ejemplo, con las noticias que llegan de Argentina a las que incluso se “enriquecen” con insinuaciones de corrupción de nuestra multinacionales.

A nadie, que de verdad esté enterado, se le oculta la magnífica contribución al Sector que hizo “El Economista “ durante la tramitación de la puta Ley del Juego. Sólo esa publicación y algunas gotitas de “ Expansión “, “ Cinco Días”, “ AZAR” y “AZARplus” nos salvaron de hacer el ridículo más espantoso con una Ley humillante que únicamente supo atacar, con justa racionalidad, Jose Antonio Martinez durante su memorable intervención en el Congreso… y detrás de él la prensa que compartimos su visión de un Juego que no se sale un milímetro del verdadero interés general de nuestro país.

Por eso cuando “El Economista “ o la Revista “ AZAR” ( mucho antes, por cierto ) titulaba que los piratas online se iban a ir de rositas con una amnistía debajo del brazo, no estábamos realmente dando la noticia de que “ se iban impunes y sin pagar “, sino más bien que se había preparado una injusticia legal que había de ser modificada y, para eso, era importante que los políticos tuvieran una información que ya estaba llegando a la Opinión Pública, que es lo único que les importa para no perder la poltrona.

¿Estamos ante el mismo caso ? Yo creo que sí y además lo enlazo con las declaraciones de Fahrenkope a “El Mundo” de las que daremos cuenta sosegadamente mañana y casi me parece un chiste eso de que Esperanza Aguirre dimitiera por la falta de tabaco para EuroVegas. El tema es más serio. Desgraciadamente, tenemos a un Presidente eternamente dubitativo y el tabaco es una de sus preocupaciones menores. A este hombre, que ahora abraza la Alianza de las Civilizaciones de la que tanto se reía, no está de más recordarle lo que se está jugando si no cumple su palabra. Por eso, es tan interesante la información de “ El Economista”, pero hay que saber leerla. En esto del tabaco, el Sector no ha dado todavía su última calada.