Lágrimas de cocodrilo
Aquí, el que llora mama y el que mama llora. Durante treinta y cinco años ni Dios se ha apartado de la generosa partitura del biberón nacional del Juego y ahora, que la tetilla se estrecha, asistimos a una explosión de llantos que buscan sensibilizar las conciencias más retrógradas desde las presuntas representaciones corporativas.
Aquí, el que llora mama y el que mama llora. Durante treinta y cinco años ni Dios se ha apartado de la generosa partitura del biberón nacional del Juego y ahora, que la tetilla se estrecha, asistimos a una explosión de llantos que buscan sensibilizar las conciencias más retrógradas desde las presuntas representaciones corporativas.
La fantasmagórica CEJ y su no menos espectral Presidente, unidos en el tiempo con la Asociación Española del Oligopolio de Casinos, han lanzado a los cuatro vientos sus quejas y lamentos por una situación en la que, naturalmente, ellos deben ser simples observadores sin ninguna responsabilidad… y tienen que alzar su voz para que, por lo menos, les sigan votando sus asociados.
Farrucos, flamencos y desafiantes nos han explicado que las cosas están mal y que van a estar peor por culpa de las Administraciones del Juego. Está bien, muy bien. Se ve que hay continuidad con el esquema de las tres últimas décadas: LOS DIRIGENTES DEL SECTOR LO HACEN TODO BIEN Y LAS ADMINISTRACIONES TODO MAL… ¡ Da gusto tener las ideas claras y que tus amiguetes las aplaudan !
Pero el Sector de verdad es otra cosa, muy alejada de ese esquema irresponsable de representación profesional que no ha cambiado en los últimos treinta años. Hay cientos, quizá miles de Empresarios del Sector auténtico del Juego que reflexionan, analizan y hacen una profunda autocrítica sobre lo que está pasando, sobre los cambios irreversibles a los que estamos asistiendo.
Ahora que las brujas aparecen en los confines de Castilla La Mancha, ahora que parece definitivamente articulada la conspiración universal contra los bingos patrios, no estaría de más que alguien les prestara un espejo de realidad que no ocultara lo patético, grotesco y rancio de sus actuaciones institucionales. Es lo más higiénico…
La administración ha tenido la culpa de muchas cosas que han pasado, pero el sector también y ni unos ni otros lo han reconocido nunca. Falta claridad y transparencia sin ninguna duda y tiene usted razón, señor Ortega, en que las lagrimas son de cocodrilo y una forma de justificación.
A los dueños de los casinos de Madrid les ha venido muy bien que no hubiera ninguno en Castilla La-Mancha y ahora se escandalizan porque reaccionen las autoridades de esa Comunidad en favor de su sector. Han tenido años para hacer sus inversiones y no lo han hecho, por lo que ahora no están legitimados para protestar por algo que favorece claramente al sector y a los jugadores.
Y a la libertad de mercado. Algo que no entienden los que se aferran al oligopolio.
Estos de la CEJ mas que fantasmagóricos son cachondos, para empezar el promotor de las ideas de convertir en casinos los bingos de Castilla la Mancha es su secretario general con despacho en Toledo y que lleva en CEJ mas años que nadie en el cargo. El presidente mas que espectral es “corresponsal” de Cirsa y a partir de aqui : Gol, gool, goool …….
Desde luego, a CIRSA no le hará ninguna gracia la idea de que se puedan colocar máquinas de casino en los salones y bingos ahora que ha dejado de fabricarlas. Aunque igual también le hace gracia para rentabilizar sus locales (con máquinas de otros fabricantes) . Quién sabe.