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Libertad y Juego

Es encomiable que los Políticos hayan participado en el Congreso de ANESAR y desde luego es un triunfo para la organización, ahora la duda es si serán capaces de asimilar los mensajes que han escuchado por parte del Sector. Como cabía esperar cada uno de ellos ha pronunciado su discurso, aquel que les viene desde el Partido, pero debemos confiar en que después de la experiencia que han vivido, cuando vuelvan a sus despachos y a sus escaños vean el Juego también desde otra óptica. Les hemos dado argumentos suficientes para que entiendan que nuestra Industria tiene unos sólidos principios, que está muy sensibilizada con los grupos vulnerables, que es puntera en innovación y desarrollo y sobre todo que cuida mucho a su cliente, es decir, a la mayoría que ejerce su libertad de jugar y no tiene problemas con el Juego. Además de, por supuesto, una clase magistral sobre todos los números de un Sector en el que también se deben incluir a los Operadores Públicos y Semipúblicos así como establecer una diferencia con los Juegos Sociales, por lo menos mientras que no estén regulados, e Ilegales. 

Las preocupaciones de los cuatro Políticos que ayer nos acompañaron son legítimas pero, en nuestra opinión, se podrían librar de buena parte de ellas si profundizaran un poco más y escucharan más voces de los actores que conforman nuestra actividad. Por ejemplo, la tolerancia debe ser siempre cero cuando hablamos de menores o autoprohibidos, pero las medidas que se tomen a este respecto deben estar dimensionadas en base al problema que se tenga, es decir, si en una Comunidad hay Cero sanciones en este sentido, por supuesto no hay que descuidar las políticas de prevención pero no se puede decir que haya un problema con el acceso de los menores a los locales de Juego, por lo que no tiene sentido regular como si los hubiera. Es algo de sentido común, como también lo es que si bien hay personas que tienen problemas con el Juego, actualmente un 0,3%, hay que apoyarlas pero tampoco podemos olvidarnos del 99,7% de personas que no los tienen. ¿Han hablado estos Políticos con Jugadores que no tengan problemas con el Juego? ¿Se han pasado alguna vez por un local y han visto como las personas disfrutan con esta actividad? Es cierto que el deber de los Poderes Públicos es proteger a los grupos vulnerables pero también es su deber complementarlo con el interés general. Por lo tanto, no hay que descuidar a los más débiles, pero tampoco hay que olvidarse de los demás. 

Los partidos argumentan sus políticas restrictivas de Juego porque piensan que así van a ayudar a los jóvenes (y aquí nos referimos a aquellos jóvenes que son mayores de edad y que por lo tanto tienen pleno derecho para jugar, para votar…) que puedan desarrollar un problema con el Juego pero se olvidan de un aspecto muy importante. Cuando una persona desarrolla una adicción suele venir provocada por un estado mental inestable, es decir, si realmente queremos ayudar a esos jóvenes hay que darles primero herramientas para que puedan ser felices, para que disfruten de la vida, para que tomen conciencia de que sin esfuerzo, las cosas a la larga no funcionan, en definitiva para que maduren, porque, en la mayor parte de los casos, con 18 años o incluso con muchos más es difícil tomar decisiones importantes. Una vez que la persona ha madurado será capaz de tener esa fuerza de voluntad que hace que los adultos conozcamos nuestros límites y podamos poner freno a nuestros impulsos. De esta forma, cuando un joven decida entrar libremente en un local de juego lo hará con la responsabilidad que le otorga la madurez y en ese caso todavía tendremos menos tasa de juego problemático incluso podríamos llegar a eso cero que todos anhelamos, Administración, Industria y Sociedad. El camino para conseguirlo es sin duda la Educación, enseñar a nuestros hijos el valor de la amistad, abrazar la inteligencia emocional, desarrollar la empatía, potenciar la filosofía del ser y no del tener, desterrar la cultura del dolor y de la culpa, vivir con naturalidad las emociones, aprender a gestionarlas, esforzarse por entender al otro…

Es cierto que las Apuestas Deportivas han captado la atención de los jóvenes y por lo tanto se han hecho usuarios de las Casas donde se desarrolla esta actividad, y es normal, la mayoría practica algún deporte, la competitividad a esas edades esta muy asentada, quedas con tus amigos para ver a tu equipo, sueles irte de cañas… y estos locales se lo dan todo… ¿y qué hay de malo en ello? Pues la verdad, nada, porque además esta opción de ocio no es incompatible con las demás ofertas que propone la sociedad para estos jóvenes: teatros, discotecas, espectáculos variados, zonas de copas… ¿Qué hay de malo en que un grupo de jóvenes queden en una Casa de Apuestas, vean un partido de fútbol, apuesten a su equipo favorito un par de euros, se tomen unas cañas y unas tapas, y luego se vayan a una discoteca? Y ahora sustituyan Casa de Apuestas por casa de uno de los integrantes del grupo de amigos… Pues igual, ¿qué hay de malo en ello? Nada, absolutamente nada si son jóvenes que se hayan educado en la cultura de la libertad, con sus derechos y obligaciones. 

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NOVOMATIC

1 Comentario

  1. Estoy de acuerdo en casi todo, pero por desgracia hay cosas que nunca van a suceder, no mientras las decisiones las sigamos tomando las personas, por mucha educación positiva que se instale en la sociedad, cosa harto complicada porque la tendencia es la contraria, lo importante es el tener y no el ser, siempre va a existir un porcentaje de error, y eso hay que asumirlo.

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