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Los churros informativos

Pensaba hablar sobre papá Estado y la vergüenza ajena que, en todo el mundo, provoca la utilización de niños en sus Anuncios y Sorteos, pero el impacto que ha tenido la falsa noticia sobre la “nacionalización” de los negocios de CODERE y CIRSA en Argentina es puntualmente más importante. Así, en pronta decisión, me pongo a reflexionar sobre el valor de la información y su impacto en la sociedad. Porque resulta difícil de comprender cómo es posible que una noticia, tan manchada por los tintes de la mentira, pueda ocasionar tanto revuelo y acabar provocando que una compañía con treinta años de historia pierda el 10% de su valor en Bolsa en un solo día…
Pensaba hablar sobre papá Estado y la vergüenza ajena que, en todo el mundo, provoca la utilización de niños en sus Anuncios y Sorteos, pero el impacto que ha tenido la falsa noticia sobre la “nacionalización” de los negocios de CODERE y CIRSA en Argentina es puntualmente más importante. Así, en pronta decisión, me pongo a reflexionar sobre el valor de la información y su impacto en la sociedad. Porque resulta difícil de comprender cómo es posible que una noticia, tan manchada por los tintes de la mentira, pueda ocasionar tanto revuelo y acabar provocando que una compañía con treinta años de historia pierda el 10% de su valor en Bolsa en un solo día.

Y no es un ejercicio fácil. La desmesurada abundancia de información, provoca una permisividad social ante la mentira que no tiene parangón en la Historia. No es exactamente eso de que la mentira mil veces repetida se convierte en verdad… No. Es algo más y habría que buscarlo en la dejación del derecho que todo ciudadano tiene a una información veraz. Nos hemos acostumbrado a vivir entre tantas mentiras, que lo hemos asumido y convertido en el centro de nuestra propia realidad. Es decir que somos a la vez víctimas y cómplices.

Hemos convertido el leguaje, icónico o verbalizado, en una poderosa herramienta de transformación de la realidad. Y lo más curioso es que funciona. La ambigüedad y el eufemismo, ya son los reyes del mambo en el lenguaje político y lo que era la característica fundamental de una casta se ha extendido como una mancha de aceite a toda la sociedad, a todos los ciudadanos… En el mundo de la empresa este esquema está muy integrado y es de perpetua actualidad…¿ Le suena eso de que a la crisis había que llamarla desaceleración?. ¿ No es acaso cierto que las empresas camuflan y protegen sus pérdidas declarando ebitdas con inconmensurables incrementos ?…

Pero la fotografía no sería completa sin el papel que la prensa representa en toda esta bufonada. Desde mi más tierna juventud universitaria, aprendí a distinguir entre “periódico” y “periodismo”, pero también entre “periodistas” y “gacetilleros”… Entre quienes valoran, contrastan y estructuran una noticia con la nobleza y la profesionalidad del que se quiere aproximar lo más posible a la verdad para servir a su micro o macrocosmos, y los que tan sólo hacen labores de “cortar y pegar”. Todo el mundo tiene derecho a vivir, pero yo no me dejaría operar el corazón por un churrero, de igual forma que miraría con recelo los churros cocinados por un cirujano experto en pulmón y corazón.

A cada cual lo suyo. En AZARplus nos sentimos muy satisfechos del tratamiento mesurado y profesional que hemos dado a una noticia que olía mal desde la primera letra y nos apena que el resto de la prensa sólo se haya limitado a ejercer su profesión y su modo de vida, como si fuera un simple ejercicio de churrería industrial. De modo que no pueden quejarse quienes, con sus inserciones publicitarias, entregan el trigo y la harina con lo que se fabrican los churros de la información.

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NOVOMATIC

2 Comentarios

  1. La visión periodística de Juan Manuel Ortega es, sencillamente, un lujo para el Sector. Puede que no siempre tenga razón, pero cuando se contempla el mundo desde la altura de miras que él siempre demuestra, se cuenta con la ventaja de que se ven a la vez los árboles y el bosque. El juego privado adolece desde siempre de un gravísimo error en la presentación de su imagen ante la opinión pública y por eso la información a su respecto se ha basado al 90% en la ignorancia, los prejuicios y el alarmismo. Y lo peor es que esos monstruos se han acostumbrado a que les den de comer en casa. Menos mal que alguien les planta cara.

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