Los dos líderes del Sector unieron sus voces en un formidable mensaje de DEFENSA de las Máquinas B

 En un espacio y un tiempo que hubiera resultado impensable durante largos años los dos históricos líderes de la Industria del Juego español se sentaron en la misma Mesa organizada en el encuentro de Torremolinos para hablar con absoluta libertad y franqueza sobre la Máquina B y, por supuesto, sobre muchas más cosas. Entre ambos gigantes de nuestra Industria se situó como conductor del encuentro el Director General de Patrimonio de la Junta de Andalucía, Antonio Miguel Cervera, quien planteó temas y preguntas afirmando que consideraba “un honor ser moderador de dos personajes de leyenda”…

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A petición de Cervera, Jesús Franco y Manuel Lao comenzaron por ofrecer una semblanza de sus inicios profesionales y lo hicieron con tal sinceridad y cariño por su trabajo que fueron interrumpidos una y otra vez por los aplausos de toda la Sala. Tampoco faltaron las explosiones de carcajadas al saber por ejemplo como un joven Manuel Lao se hacía “el loco” con la Guardia Civil para colocar a un paso de los cuarteles en los pueblos catalanes las “Cataratas” que comenzó comprando a Jaime Sanahuja porque comprendió que esas máquinas superarían con mucho a los “boletos tramposos” que vendía en su bar de Tarrasa. Al igual que ocurría con el relato de Jesús sobre el inmenso esfuerzo realizado junto a su hermano Joaquín para convertirse en fabricantes ante un gremio que les vaticinó que no durarían ni dos años y que acabó cerrando sus propias fábricas mientras ellos vivían “el milagro de hacer 300 o 400 máquinas al día”.

Pero la médula de la intervención de Jesús y Manuel, de Manuel y Jesús, estuvo en su cerrar filas para defender la Máquina B de la Hostelería, “porque se lo debemos todo a esa máquina –dijo Franco- y hay que defenderla ahora y siempre. Vamos a seguir fabricándola y mejorándola y respetando nuestro camino”. Y Lao lo corroboró: “Estamos en el mejor momento de la historia del Sector, porque ahora tenemos las mejores máquinas que jamás han existido. Pero tenemos muchas amenazas; la mayor es la ambición que quiere para los bares las máquinas de Casino y algunos que vienen de fuera lo van a intentar y lo peor que puede pasar es que algunos de nosotros piquemos porque eso es una locura”.

Para Jesús Franco “hoy todos tenemos la mejor tecnología, pero los Reglamentos hay que cumplirlos y la máquina B tiene que ser un juego que ilusione a la gente, que le permita pasar el tiempo jugando en el bar con sus premios razonables y proporcionados, con partidas en las que la gente sepa cuanto vale jugar ya sea en fichas o en metálico”.

Algo en perfecta sintonía con los argumentos de Manuel Lao: “Que nadie dude de que FRANCO y CIRSA pueden hacer las máquinas que otros traen a nuestro país, pero no queremos hacerlas porque yo os digo que la Máquina B es lo más bonito del mundo: es sencilla, atractiva y divertida. Es una máquina que no hace que la gente saque la cartera para poder jugar y disfrutar durante un buen rato. Que no nos engañen, la Máquina B debe ser intocable y estar ahí para nuestros hijos y nuestros nietos”.

En la recta final de esta Mesa vibrante de emociones por el impacto directo de las manifestaciones de sus dos protagonistas, Antonio Miguel Cervera propuso una despedida con referencias a la relación histórica de ambos personajes y que sirvió para poner un broche de excelente buen humor al encuentro. Comenzó Jesús Franco por explicar que durante largo tiempo la relación con Manuel Lao había corrido fundamentalmente a cargo de su hermano Joaquín “y que claro que entre ambas empresas había habido diferencias y encontronazos, pero sobre todo una competencia sana. Errores también, pero nunca comportamientos con malicia ni envidia”. Y Manuel Lao después de rendir un homenaje de respeto y amistad a la figura de Joaquín afirmó que “este es un Sector de inspiración, te inspiras en otros y hasta les copias. Yo decidí hacerme fabricante un día que tuve una discusión con Franco y os digo que copiar no es pecado, todos copiamos. Pecado es cuando te pillan”. A lo que la réplica de Jesús llevó un broche de oro con un nuevo y gran aplauso de todos a ambas personalidades emblemáticas del Sector: “¡Ojo! que lo patentamos todo”.