Ojo, Alejo, que vienen curvas

En mi condición de Organizador de Fer-Interazar y cumpliendo con el protocolo de la inauguración de la Feria, tuve ocasión de conocer, acompañar y presentar a Enrique Alejo, en lo que fue su bautizo público como Director General de Ordenación del Juego. Ya me adelanto a decir que tal experiencia fue muy gratificante, Me pareció un hombre amable, cabal y un político entero, muy consciente de la responsabilidad inherente al peso de la púrpura con la que había sido investido….

En mi condición de Organizador de Fer-Interazar y cumpliendo con el protocolo de la inauguración de la Feria, tuve ocasión de conocer, acompañar y presentar a Enrique Alejo, en lo que fue su bautizo público como Director General de Ordenación del Juego. Ya me adelanto a decir que tal experiencia fue muy gratificante, Me pareció un hombre amable, cabal y un político entero, muy consciente de la responsabilidad inherente al peso de la púrpura con la que había sido investido.

Después, en el Acto de entrega de Premios de AZAR, también demostró talla y figura política al no entrar al trapo, que yo mismo le puse, con el tema de las licencias… Pero, su corta experiencia como cargo público en el Sector del Juego, no le habrán impedido ver las curvas que se dibujan en el horizonte. Hoy pretendo hablar de una de esas curvas, a las que yo históricamente denomino como la del “mamoneo” y que consiste en que algunas empresas, o más bien empresarios, alardean más de lo debido con verdades o con mentiras respecto a su cercanía con la Administración.

La noticia que publicamos hoy en AZARplus sobre el portal de juego 7RED resulta verdaderamente sorprendente. No descarto que se disuelva como un azucarillo en agua, pero me llama poderosamente la atención que unos indocumentados, vendedores de crecepelo, adelanten la fecha del 1 de junio como frontera de legalidad y además aseguren que son uno de los beneficiados. No me cuadra y, si me permite un consejo, le diría a don Enrique que preguntara

en su Dirección General y siguiera el rastro de esa presunta y, en cualquier caso, tonta filtración para evitar peores males futuros… porque no todos los empresarios son iguales, pero si tienen el derecho a ser tratados de igual forma.