Paciencia
Los vendedores de las Loterías y Apuestas del Estado han mandado un “recadito” a los Administradores públicos del asunto… ” la paciencia tiene un límite “ le han dicho a doña Inmaculada, don Cristobal y don Carlos… Se ve que han leído a Cicerón y adaptado su famosa frase al Senado romano: ” ¿ Hasta cuando Catilina, abusarás de nuestra paciencia ? “... O sea, existe una identificación entre la advertencia y una posible sensación cierta de traición, sustentada o mantenida en la capacidad de aguante del personal lotero…
Los vendedores de las Loterías y Apuestas del Estado han mandado un “recadito” a los Administradores públicos del asunto… ” la paciencia tiene un límite “ le han dicho a doña Inmaculada, don Cristobal y don Carlos… Se ve que han leído a Cicerón y adaptado su famosa frase al Senado romano: ” ¿ Hasta cuando Catilina, abusarás de nuestra paciencia ? “… O sea, existe una identificación entre la advertencia y una posible sensación cierta de traición, sustentada o mantenida en la capacidad de aguante del personal lotero…
El tema no es nuevo. Los del Juego Presencial lo conocemos y padecemos históricamente, hasta el punto de aparentar que estamos inmunizados por estos martirios de incertidumbre. Pero no es cierto, cuando la paciencia representa la tolerancia o el consentimiento que mengua el honor, estamos ya ante su definición más cruel… Es el ” te jodes, como Herodes ” como única respuesta y hasta el único camino que nos deja la silenciosa displicencia del Poder…
Las Apuestas Cotizadas que no llegan, son como las Tragaperras Online que están llegando. Dos motivos de máxima preocupación para dos colectivos empresariales que no acaban de entender las perversas ecuaciones de quienes dicen representar el interés general. A lomos de esa paciencia ajena cabalgan patologías de incalificable naturaleza… Se demuestra así, que el Juego no es sólo un ” negocio “… también tiene mucho de ” personal “... A veces, el Estado se estructura como la Banca y encarga a los que parecen más tontos la venta de sus “preferentes”… Siempre hay un escalón de efímera gloria para compensar la tentación de estulticia…
Por eso, no hay motivo de especial alarma… ¡ Oh tiempos, oh costumbres ! diría ese Cicerón, filósofo de paciencias y político de injusticias, ante la evidencia de una traición… ¡ Oh costumbres de Estado, sostengo yo…ante esta endemia crónica que todos padecemos… Transversal en la Historia,veneno de Dictaduras, estigma de Democracias… Mal asunto, cuando sólo nos queda la paciencia…
El grito, respetuoso y argumentado, de ANAPAL y FENAMIX nos ha despertado como ese gallo, trompetín de la mañana, que anuncia el final de un sueño reparador… Y en eso estamos, sin saber qué hacer una vez superado ese límite de la paciencia… ¿ O sí ?… Hay que permanecer atentos a la pantalla…
Oh que contrariedad, con lo pendientes y diligentes que suelen estar las autoridades con los derechos del juego. Oh, que pena. ¡¡¡
Parece que Anapal y Fenamix están probando ahora la medicina que tan bien conocemos los presenciales.
Los políticos son expertos en hacer promesas que luego no cumplen y eso les pasa tanto con los ciudadanos como con los sectores industriales. Las denuncias en la prensa y en los juzgados son el único leguaje que conocen, aunque casi nunca entren en la cárcel aunque lo merezcan.
Si a los del Juego nos pagaran un euro por cada minuto de paciencia que soportamos todos seríamos multimillonarios y nos podríamos dedicar a otras cosas.
Viven como curas.
Hasta qué punto la Dirección General de Oedenación del Juego y su titular señor Hernandez tienen iniciativa y tienen ideas propias y toman decisiones? Particulrmente creo que muy poco. Creo que estamos ante la típica admnistración burocrática que solamente ejecuta órdenes de arriba. Claro que eso no le exime de responsabilidad por el pésimo tratamiento que está dando al juego en todas sus facetas, presencial, online, privado y público, pero es inútil quizas hacer reproches al capataz cuando los planos del arquitecto son una chapuza.
Tienes razón ” Digo yo ” y qué bien lo expresa Ortega con su ejemplo de paralelismo entre el Estado y la Banca, porque el mundo está repleto de estos personajes útiles.