El caso es que ahora podrían ser buenas noticias. O al menos, eso parece, porque la política catalana sigue envenenando la opinión que del Juego puede tener la sociedad. En este caso, parece que el motivo de la polémica consistiría en la renuncia de los Comunes a las líneas rojas respecto al proyecto.
Los Comunes ya estarían en conversaciones con los socialistas, según explican algunas fuentes en este momento del culebrón. Y sobre estas negociaciones habría esencialmente dos versiones. Una señala una notable reticencia por parte de los socialistas a incluir a los miembros de Jéssica Albiach en su Ejecutivo. Las relaciones personales han tenido un papel importante en este contexto, con el enfado de Illa por temas no sólo por el proyecto Hard Rock sino también por la ampliación del aeropuerto del Prat. En Madrid, sin embargo, donde opera el núcleo duro de Sumar, afirman que las partes están más cercanas de lo que se comenta.
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